Los cisnes negros de la corrupción europea

Cuando, persiguiendo el delito, los agentes armados y funcionarios judiciales intervienen los fueros internos de una organización política, es evidente que algo anda muy mal. Máxime si hay extremos por igual y son blanco de imputaciones por corrupción.
Dos ejemplos que se registran en Europa, donde la Policía allanó las principales sedes de dos partidos que se ubican en antípodas ideológicas. Se trata del partido ultraderechista francés, Agrupación Nacional (RN), que lidera Marine Le Pen, y otro del centro izquierdista Partido Socialista Obrero Español (PSOE), recientemente intervenido en Madrid.
Según la Fiscalía de París, al partido RN se le acusa de financiar ilegalmente su última campaña presidencial de 2024, así como las legislativas de 2022. La intervención confiscó correos electrónicos, documentos contables y archivos sobre las campañas regionales, presidenciales, parlamentarias y europeas. Suma al hecho la inhabilitación por cinco años para ejercer función pública a la excandidata presidencial, Marine Le Pen.
El presidente del partido, Jordan Bardella, reaccionó duramente contra Emmanuel Macron, presidente de Francia. “Es un grave ataque al pluralismo y a la transición democrática. Ningún partido de la oposición ha sufrido semejante persecución durante la Quinta República”, manifestó. La reacción de Macron llegó pronto: “El Gobierno no encarcela, lo determina el tribunal de Justicia”.
La orden de allanar el local de RN fue decretada por el Ministerio Público tras varias denuncias institucionales. La investigación relaciona a blanqueo de capitales y el uso de documentos falsificados.
En otra orilla, en España, la Justicia acordona al presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, y lo hace en su entorno familiar directo, en cuyo ámbito están su esposa y su hermano, Begoña Gómez y David Sánchez, respectivamente. El primer caso es por presunto tráfico de influencias para conseguir dirigir un máster en la Universidad Complutense con financiamiento privado, y el segundo tema aborda si el hermano utilizó la influencia presidencial para obtener en una entidad pública un salario financiado por fondos públicos sin acudir a su lugar de trabajo.
Lo relevante de las acusaciones a Pedro Sánchez, quien además es el secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), tiene que ver con sus hombres de confianza: José Luis Ábalos, Koldo García y Santos Cerdán. Al primero, exministro de Transportes, se le involucra, junto a su amigo García, por presunto desvío de fondos y coimas por unos 620 000 euros pagados por una compañía que recibió contratos públicos entre 2019 y 2023. Sobre Cerdán orbitan adjudicaciones indebidas de contratos públicos a cambio de dinero. Un escándalo global.
El último miércoles 9, en sesión de Comparecencia ante el Congreso de los Diputados y gracias al apoyo del bloque izquierdista e independentista de Catalunya, Pedro Sánchez remontó la dura confrontación. Presentó un Plan Anticorrupción, evitando así debatir ausentes mociones de censura o de confianza.
Como se puede advertir, los casos francés y español deben ser aleccionadores para que los ciudadanos y los políticos peruanos diferencien entre el bien y el mal.

Exsenador de la República

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