Lo que se debe exigir a la CIDH
La pertenencia a los organismos internacionales es facultativa de los Estados, aunque quienes los usan con fines de dominación ejerzan presión sobre los gobiernos para que se adscriban a los convenios que los constituyen, bajo amenaza de convertir a ese país en un paria, lo que ejecutan como medida ejemplar para los demás.
Los organismos internacionales en las últimas décadas han ido tomando atribuciones y tonos de mando frente a las naciones, a la vez de ir lavándole la mente a la humanidad con el globalismo artificial de todas las cosas, a partir de crearle necesidades de coordinación del qué hacer frente a fenómenos globales como las pandemias, la inseguridad por creciente violencia a causa de la inmigración masiva, la alteración del clima por medios artificiales y generación del “Niño Global”.
La salud y la seguridad se han convertido en las dos herramientas de dominación que mejor les está funcionando para someter a las naciones a un gobierno mundial que ya ha venido funcionando soterradamente, pero que ahora pretenden sea reconocido como tal.
La ONU que es el órgano del gobierno central mundial, ha usado a sus organismos especializados para someter a los países a su Agenda 2030 de encubierta dominación de las naciones bajo un régimen totalitario con control poblacional mundial digital, y lo acaba de aprobar haciéndolo público.
La OCDE que es el órgano técnico de imposición de los planes y medidas de gestión pública, bajo el pretexto de que los países califiquen para ingresar al grupo de países desarrollados, ha logrado desaparecer la gobernanza soberana de las naciones que ilusamente creen en el gran fraude de lograrlo, sirviendo a los intereses de la élite globalista.
En ese contexto de sujeción internacional del Perú, por voluntad apátrida de sus últimos gobiernos, ver a la CIDH como el mal mayor, es una ingenuidad, cuando lo que hay que hacer con estos dos organismos: La Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos, es exigirles que cumplan con las cláusulas de la Convención Americana de Derechos Humanos que las creó, y dejen de incorporar en sus informes y sentencias conceptos ideológicos que las desnaturalizan y hacen inejecutables sus sentencias y recomendaciones. Ningún Estado está obligado a cumplir una sentencia que contradice cualquier cláusula de esta Convención, so pretexto del desarrollo de los derechos humanos.
Salir de la CIDH sólo facilitará la imposición de la dictadura mundial en el Perú.
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