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Lo ¿bueno?, lo malo y lo feo del discurso de Dina

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Fecha Publicación: 29/07/2023 - 22:30
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La presidenta de la República, Dina Boluarte, se dirigió al país por más de 3 horas en su discurso por Fiestas Patrias desde el Congreso. En dicho lapso, que no puede ser cuestionado por su duración (¿somos tan mediocres los peruanos que no podemos estar atentos unas cuantas horas a un mensaje presidencial?), sino por su falta de contenido, Boluarte leyó una lista de lavandería (72 páginas en total), que, difícilmente, va a poder cumplir.

Si bien la gobernante admitió que el principal problema del país es la inseguridad ciudadana –a causa de la criminalidad extranjera, principalmente venezolana–, no empoderó a la Policía Nacional con un anuncio de más presupuesto para la institución ni brindó el respaldo político para que los agentes sepan que no terminarán enjaulados por abatir delincuentes.

Al contrario, se metió en un terreno farragoso al presentar un proyecto de ley para la creación de una Policía alterna, que estaría conformada por novatos reservistas. Esta iniciativa no solo generaría un tremendo conflicto interno en la PNP, sino que armar a jóvenes pocos preparados para que patrullen las calles es peligroso para la ciudadanía. La Policía es una sola y requiere ser fortalecida, y no mermada con experimentos caviares, como la propuesta para municipalizarla.

Boluarte también dijo que prácticamente heredaba un Gobierno corrupto e ineficaz, pero ni siquiera hizo un guiño de mea culpa, dado que ella, como vicepresidenta y ministra y Desarrollo e Inclusión Social, fue parte de la Administración del golpista Pedro Castillo. Está embarrada de esa mugre.

Faltó, indudablemente, autocrítica, la cual sí tuvo al pedir perdón a los deudos de los fallecidos durante las violentas protestas, lo que, a consideración de esta columna, es un error, puesto que está asumiendo la responsabilidad por estas muertes, cuando existe una investigación fiscal en curso. ¿Acaso Dina Boluarte ordenó que las fuerzas del orden asesinen a los protestantes? ¿No es una posibilidad que los violentistas se mataran entre ellos con sus armas hechizas?

A su vez, la dignataria cayó en el clásico populismo de anticipar el aumento del sueldo mínimo, a pesar de que nos hallamos en medio de una recesión. Tuvo, más bien, que aprovechar su mensaje para invitar a los inversionistas a que traigan sus capitales al Perú. Urge, por ejemplo, el destrabe de proyectos mineros, como Tía María, porque el país sobrevive gracias al cobre.

Pero no todo fue malo, porque el anuncio sobre el proyecto para que Juliaca (Puno) tenga agua potable y alcantarillado es importante para que el epicentro castillista se tranquilice. Además, fue realmente reconfortante no escuchar ninguna estupidez como las que escupía Castillo. ¿Se acuerdan cuando advirtió que Palacio de Gobierno se convertiría en un museo?

Por fortuna, Dina no habló babas como el adelanto de elecciones y menos la Asamblea Constituyente. En síntesis: no se podía más esperar de quien, en Davos, ahuyentó a la inversión minera con total descaro.

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