Lluvia de consultorías (vamos 30 % más que el 2018)
Es sabido que el gasto en consultorías es una práctica común que realizan los gobiernos para la eficaz toma de decisiones en el uso de sus recursos, sin embargo ha sacado roncha saber que la actual gestión pague a un consultor para que le diga “cómo reducir a una ventanilla única los 18 trámites que una persona realiza cuando se le muere un familiar”. Entre tanto, nos vamos al extremo de afirmar, como lo ha hecho el actual titular del MEF, “que no hay ingenieros en el Estado capaces de hacer el diseño de la línea 3 del Metro”, ya que no estamos hablando aquí de hacer un transbordador o de una central nuclear, por ejemplo habría que comprobar cuál es el nivel de los ingenieros que trabajan para el Estado en los sectores de Vivienda y Transportes y donde según el ministro mismo se concentra el 80 % del pago de estas consultorías, que en realidad no son tales ya que bajo este nombre lo que se paga en realidad son supervisiones de obras, y donde algunos aducen que son necesarias porque el Estado viene creciendo enormemente, si esto fuese así entonces estaríamos echando por la borda nuestro régimen constitucional de economía de mercado y convirtiéndonos en una economía estatista de planificación central.
Desglosando cifras vemos que en el primer trimestre de este año el gasto en consultorías creció en casi un 30 %, 218 millones de soles, casi 50 millones más que el mismo período del año pasado. Tomando como información certificada el primer bimestre de 2019, es el MEF es el que más gastó en consultorías a personas naturales y el MTC a personas jurídicas. Algo que llama la atención en este último rubro es el gasto en la PCM, que gastó algo más de 12 millones de soles debido a que Osinergmin utilizó consultorías de personas jurídicas por un total de S/ 10.6 millones, casi el 88 % del presupuesto de la PCM. ¿Cómo se explica esto? ¿Qué tipo de consultorías?, ¿de qué naturaleza?, ¿de ingeniería?, ¿económicas?, ¿jurídicas? ¿Dónde queda entonces su personal de ingenieros, economistas y abogados?
También cuando se analiza la composición de los gastos en consultorías se encuentra que el rubro que más creció en lo que va del año es el enigmático de “otros servicios similares”. Es indudable que no se puede prescindir del gasto en consultorías, pero tiene que haber siempre una evaluación costo-beneficio que justifique tales, si verdaderamente se están utilizando para la buena marcha del país, porque pretender justificar que como solo son el 1 % del presupuesto de la nación y que por tanto no hay que darle mucha importancia, en un país donde hay muchas carencias en salud y educación, obliga a nuestros gobernantes a la eficiencia, transparencia y fiscalización de sus escasos recursos.