¡Liquidemos Petroperú este mismo año!
Perú consume 300,000 barriles diarios de combustibles. Se cubre con 40,000 bbl/día de crudo que extrae Perupetro y refina Petroperú, y mediante la importación del saldo que también importa y refina Petroperú, que ahora debe US$11,000 millones; gran parte de ellos enterrada al construir una refinería que, teóricamente, produce 90,000 barriles/día. Semejante trama ha permitido que se organice una gigante estafa, santificada por corruptos presidentes como Humala, Kuczynski, Vizcarra, Sagasti, Castillo y Boluarte. Por su culpa, esa deuda ha copado líneas de crédito estatales y obligado a emitir bonos del Estado, que pagarán muchas generaciones futuras.
El cuento empezó cuando el régimen socialista de Humala, chantajeado por La República —cuyo colaborador Humberto Campodónico entonces presidía Petroperú— aprobó la compra de una refinería teóricamente capaz de procesar 90,000 bbl/día, apelando al criterio socialista de la primacía estatal; cuando el Perú consume cerca de 300,000 galones diarios de combustibles líquidos. Recordemos: Perú solo extrae 40,000 bbl/día de petróleo crudo. En consecuencia, gran parte del crudo para la refinería debe importarse. Humala, Mohme y Campodónico argumentaban —mañana, tarde y noche— que por ser Petroperú empresa estratégica, su desarrollo en integración vertical (extracción, refinación y distribución) “garantizaría el éxito de una nueva refinería”. Al final del día, esta engañifa —rodeada de megacorrupción que nadie quiere investigar, empezando por el Congreso— fue pasada por agua tibia por presidentes de la República, congresistas, ministros, etc. de sucesivas gestiones.
Hay múltiples razones para evitar que Petroperú siga llevando a la quiebra al Estado peruano. Exceptuando una (clausurar Petroperú), las demás iniciativas que propongan —inclusive la más pintada de las principales asesoras mundiales— son quimeras que generarán todavía más deuda y mayor corrupción. Simplemente porque las empresas estatales son el cáncer de los Estados democráticos, y las diosas de los burócratas dorados socialistas. El único escenario realista es decidir la quiebra de Petroperú, considerando que, en 2023, el déficit fiscal pasó de 2.4% a 2.8% del PBI, y en julio de 2024 ya estaba en 4%. El respaldo estatal a Petroperú compromete el Grado de Inversión del país, además de crear injustos recortes en sectores esenciales como Salud y Educación.
Ahora la deuda total de Petroperú supera los US$11,000 millones, incluyendo su “inversión” en la Refinería de Talara (US$6,500 millones), el triple del verdadero valor de cualquier refinería con las características de esta. Otrosí: Petroperú opera a pérdida; y todos sus estados financieros reconfirman las dudas sobre su viabilidad como “empresa en marcha”. ¡Y todo esto ocurre en un país que NO es petrolero! ¡Tanto que la producción nacional no cubre ni el 15% del consumo!
Señores: con la deuda de Petroperú —que ya supera US$11,000 millones— administrada por una burocracia que viene de tiempos comunistas del golpe velasquista, sujeta a presiones políticas, etc., el Estado peruano pudo haber sido capaz de construir alrededor de 50 hospitales a razón de US$40 millones c/u (US$2,000 millones); y 3,460 escuelas (US$9,000 millones) a razón de US$2.6 millones c/u. ¡¡Y sobraría dinero!! ¡Petroperú debe ser liquidada este mismo año!
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