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LECTURA RGV

Fecha Publicación: 12/01/2019 - 21:20
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Conocíamos al crítico. Conocíamos al investigador, conocíamos al docente, al académico. Sabíamos que en su juventud compartió grupo literario con Luis La Hoz y Nicolás Yerovi, pero muchos olvidamos al poeta, al representante de una generación que hizo del modo anglosajón un recurso para incorporar lo cotidiano en versos que marcarían una época. Él mismo se encargó de codificar un momento importante del proceso de nuestras letras.

Gracias a sus aportes como crítico literario aprendimos que los setenta tuvieron en Verástegui a su más prolífico representante. Por eso, cuando empecé con mi labor de editor, uno de los primeros autores a quien acudí para publicar su obra fue Ricardo González Vigil. Yo había leído “Lectura Mundo” (2003) su antología poética: un repaso por las formas de nuestra modernidad literaria que sorprendía por su capacidad para el riesgo.

Lo puntual es que un escritor persiga el documento estético, la música que identifica su voz, los elementos que ayudan a contextualizar el tiempo poético. González Vigil rompía ese rigor. Ricardo, el Poeta, era la antítesis del preocupado profesor que enseñaba literatura en la PUCP. Me sorprendió más el libro que me entregó. “Poemas de amor”, cuarenta y siete poemas divididos en tres secciones: Rimas sin RimaGirasol Múltiple, y Alturas de Mujer, poemas a contracorriente de lo que se venía escribiendo que volvieron a ponerme frente al arriesgado creador que aprendí a leer en las antologías del setenta. Catorce años después, Ricardo González Vigil reedita sus “Poemas de amor”, en un escenario donde el discurso amatorio ha recuperado sus fueros gracias al diálogo de esta generación con los poetas fundacionales de nuestro pasado siglo XX. “Ricardo González Vigil nos da esta prueba eficaz de un lenguaje poético donde la imagen es contenido existencial, adquirido en sus propias intuiciones y en la lectura paciente en que infatigablemente se sumerge”, escribió Augusto Tamayo Vargas. Domingo, 13 de enero de 2018: lo suscribo.