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Las ventanas rotas de Perú

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Fecha Publicación: 21/06/2024 - 21:30
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La teoría de las ventanas rotas ha influido significativamente en las políticas de seguridad y el mantenimiento del orden en diversas ciudades del mundo, y nuestra política sobre seguridad ciudadana debería considerarla para regresar a un estado de bienestar y paz social. Esta teoría se publicó por primera vez en 1982 mediante el artículo denominado “Broken Windows” en la revista “The Atlantic Monthly”. Sus autores fueron James Q. Wilson y George L. Kelling, ambos criminólogos norteamericanos. En su publicación, argumentaron que las señales de desorden, como ventanas rotas, grafitis y basura en las calles, envían un mensaje de abandono de la zona y falta de control, lo que puede inducir a comportamientos antisociales y delictivos. La premisa fundamental es que, si se logra el orden y se mantienen las áreas urbanas en buen estado, se puede prevenir el crimen.

Uno de los ejemplos más notorios de la aplicación de esta teoría fue en la ciudad de Nueva York en la década de 1990, cuando se implementaron políticas de “tolerancia cero” que implicaban combatir delitos menores y el desorden urbano. Según el libro “Fixing Broken Windows” de George L. Kelling y Catherine Coles (1996), dichas políticas contribuyeron a una notable reducción de la criminalidad en la ciudad.

La teoría de las ventanas rotas se basa en la idea de que el entorno físico puede influir en el comportamiento humano, en la medida en que, cuando un área muestra signos evidentes de abandono y desorden, se crea un entorno o ambiente propicio para la delincuencia y la conducta antisocial. Ello se debe a que los individuos perciben que las normas sociales, conocidas y ya establecidas no se respetan, a nadie le importa y no hay autoridad que controle la situación.

Es por ello que, manteniendo el orden y la limpieza en las áreas urbanas, se envía un mensaje oculto de control y vigilancia, con lo que se disuade la comisión de ilícitos o la vulneración del orden establecido.

En Perú, enfrentamos problemas significativos de seguridad y tranquilidad ciudadana. Tanto es así que el 87% de los residentes en Perú se sienten inseguros cuando caminan por las calles (IPSOS, 2023). Además, el 27% de nuestra población fue víctima de algún ilícito (INEI, 2023), y seguimos experimentando un aumento en la delincuencia urbana. Esto afecta la calidad de vida de todos.

La aplicación de la teoría de las ventanas rotas podría ser una de las alternativas a tener en cuenta para una estrategia efectiva de seguridad ciudadana. Dentro de estas, proponemos: (i) Mantenimiento del espacio público mediante programas de limpieza para reducir el desorden urbano; y (ii) Combatir delitos e infracciones menores para velar por el respeto de la propiedad pública y privada, y el cumplimiento de las normas de tránsito.

En la obra “Conversación en La Catedral” (Vargas Llosa, 1969), encontramos una reflexión que podría aplicarse a esta teoría: “¿En qué momento se había jodido el Perú?”, la cual refleja una preocupación por el deterioro social y moral, sugiriendo que el desorden y la corrupción, si no se abordan, pueden llevar a una decadencia generalizada. Ya estamos en 2024, y con la participación activa de todos, elegidos y electores, podemos lograr resultados duraderos y significativos para la tranquilidad y seguridad ciudadana, que es uno de los pilares de la calidad de vida y desarrollo sostenible.

*Abogado, docente universitario, consultor legal

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