Las temidas bombas de racimo en la guerra entre Rusia y Ucrania
En medio de la guerra entre Rusia y Ucrania, que está próxima a cumplir 17 meses, el 24 de julio de 2023, ha ingresado en los diversos niveles de debate y análisis del conflicto, el suministro de bombas de racimo por parte de Estados Unidos de América a Ucrania en las últimas horas, y la advertencia en la víspera por parte de Rusia, también de usarlas y contra Ucrania. Así las cosas, la paz que todo el mundo está esperando, se ve realmente muy lejana.
Pero, entonces, ¿qué son las bombas de racimo? Son bombas de fragmentación o de dispersión. Imagínese usted, estimado lector, un racimo de uvas, lo que no debe ser difícil, para comprender que este tipo de bombas se proyectan por todos lados como las uvas abriéndose unas a otras como si fueran una mariposa, que es como también se conoce a estas bombas que, una vez lanzadas desde tierra, mar o aire, hallándose en caída libre, y expandirse como el referido racimo de uvas cuando cae inexorable al hallarse maduro, al impacto libera un número de pequeñas bombas, destruyendo no solamente en el lugar de la fricción, sino en un radio considerable, al afectar a todo lo que se halle en su entorno y contorno.
Este tipo de armas está prohibido en el marco del derecho internacional para todos aquellos países que han suscrito y ratificado la Convención sobre Municiones en Racimo que fuera adoptada en Dublín, Irlanda, en 2008, y que, a la fecha, son 123 de los 193 Estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas – ONU. Fueron usadas durante la Segunda Guerra Mundial (1939 – 1945) por Alemania.
En pleno siglo XXI Estados Unidos ni Rusia son Estados partes de este tratado -tampoco China, India, Israel, Pakistán, etc.,-, por lo que, guste o no, jurídicamente no resulta vinculante para ambos países donarlas o usarlas, que es lo más trágico desde una lectura de la ciencia de las Relaciones Internacionales, dado que ambos países como los demás miembros de las Naciones Unidas, al firmar la Carta de San Francisco, que por cierto es un Tratado, se comprometieron a mantener la paz con la propia ONU a la cabeza de este objetivo planetario.
Su eventual o inminente uso en la guerra en Europa del Este, además de causar un mayor número de muertos, lo que ya es lo más nefasto de esta guerra convencional, podría derivar en una exacerbación bélica, que a su vez podría desencadenar una actitud de combate incontrolable. Hay que tener mucho cuidado, entonces, porque creyéndose que las bombas de racimo podrían definir o decidir la guerra, terminen agravándola por su temido desastroso impacto, siendo, en consecuencia, si se quiere, el “remedio” peor que la enfermedad.
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