Las cosas simples también son importantes

Muchas veces, las personas no le dan importancia a las cosas simples de la vida, pero tienen su trascendencia dentro del comportamiento humano, ya sean actitudes personales, familiares y dentro de la sociedad en que las personas interactúan, reflejan la forma de ser de las personas, la educación que han recibido, el respeto hacia los demás, la sencillez de cómo los individuos se expresan con las personas que tienen que hablar, dejando las formas y transmitiendo los contenidos en forma asertiva y solucionando lo que es materia de interés.

Un día conversando con un colega, le comento que la sala constitucional ha resuelto favorablemente la pretensión demandada, pero en la parte final de la resolución concluye que lo que es materia de la discusión es sobre indemnización por daños, siendo lo correcto la nulidad de la resolución administrativa, se presentó un recurso de aclaración que resultó favorable; en ese ínterin, el proceso principal había bajado al juzgado de origen y se había formado un cuadernillo para la aclaración. El colega me dijo que no es importante la aclaración porque el proceso principal se había resuelto favorablemente, pero insistí con la aclaración, porque el juzgado de origen se percató de esta incidencia y solicitó la aclaración y la presentamos y se solucionó el problema. La conclusión es que una situación simple es importante porque aclara lo que es materia de la decisión y no de confusión.

Observamos con frecuencia, en un trámite de sucesión hereditaria por una letra, en la partida de nacimiento, matrimonio, defunción, que se ha escrito o registrado equivocadamente por el registrador invalida el tracto sucesivo a los herederos legales para recibir la herencia por no estar legalmente identificados y los obliga a realizar las aclaraciones y rectificación que corresponda solo por haber consignado el nombre del heredero incorrectamente ante el Poder Judicial o notario público, para que sean declarados herederos, posteriormente herederos legítimos.

Aparentemente son cosas simples, una letra, un prenombre, pero tienen su trascendencia jurídica, por lo tanto, hay que observar bien los documentos para no tener dificultades al momento de exigir un derecho, que, si bien la ley lo ampara, es necesario sanear la documentación para que la o las personas estén debidamente identificadas como herederos legales.

Algunas veces existen familias que, a la hora de tomar los alimentos, desayuno, almuerzo, cena, no colocan una mesa bien servida, muchas veces los cubiertos no están completos, no hay servilletas, vasos incompletos, platos desiguales, no colocan la garrafa de agua y no hay que tomar. Estas omisiones simples, aparentemente sin importancia, reflejan los malos hábitos de la familia, no existe una buena organización, les da lo mismo comer sentado que parado, no tienen una buena educación, podrán ser profesionales, competentes, pero no han aprendido los buenos modales con cosas simples que engalanan una buena mesa y para esto no hay necesidad de ser millonario, sino de las cosas simples hacerlas satisfactorias, cómodas y generar un buen ambiente.

La ropa de las personas debe ser simple, funcional y aseada, no puedes ir a la playa con terno, ni a una reunión formal en camisa y zapatillas, sino con terno, no obstante que últimamente se está perdiendo la formalidad, la gente se pone cualquier cosa, han perdido el sentido de las buenas formas y maneras de socializarse, todo tiene su espacio, tiempo y persona, eso no quiere decir que las personas no sean humildes, simples, sencillas, educadas, darle el lugar a las personas que le corresponde, que se sienta bien en el lugar donde se encuentren y no pierdan su esencia.