Las alianzas que nadie quiere

Estamos a menos de un año de las elecciones y las campañas presidenciales ya comenzaron, y los de siempre ya se están moviendo para llegar al poder. Por un lado, Keiko Fujimori se abre a alianzas cuando nunca antes lo hizo. Por otro lado, Rafael López Aliaga propone como zar de seguridad al cómico Carlos Álvarez porque en sus vídeos habla sobre el tema.
Con ese criterio, podría poner a los 33 millones de peruanos como zares de la seguridad, porque todos nos hemos vuelto especialistas para cuidar nuestras vidas. Pero, ojo, un zar de la seguridad debe tener una carrera acreditada en el tema, haber luchado contra el crimen y, sobre todo, haber tenido éxito.
El problema no es Carlos Álvarez. El problema es que siguen usando la política como si fuera una audición. Juegan con la seguridad como si fuera una película de humor o de terror. Y lo más grave es que todos hablan de alianzas, ¿saben por qué?
Porque saben que solos no pueden ganar y están dispuestos a hacer alianzas electorales, pero no para gobernar… sólo para ganar.
Por lo tanto, ¿alianzas para qué? ¿Para cuidarse entre ellos? ¿Para juntar votos y después qué? ¿Cuánto podrían durar juntos gobernando Keiko y Porky, o Porky, Álvarez y Butters?
Al parecer, nadie se ha dado cuenta de qué es lo que quiere el Perú. Los peruanos no quieren repartijas ni arreglos solo para llegar, y, sobre todo, no quieren nada que se parezca a un sistema que ya fracasó.
¿Acaso no se dan cuenta de que para vencer a la caviarada y a la izquierda, lo que se necesita es ser diferentes? Y aunque parezca un chiste, están actuando igual que ellos.
¿Cómo puede ser que no se haya entendido que el 80 % del país pide a gritos a alguien capaz, con títulos universitarios que acrediten su capacidad y con experiencia profesional? Alguien firme, con mano dura, pero no un matón. Que cuente con aliados que trabajen por los mismos objetivos, no que estén ahí por la repartija como resultado de las alianzas electorales.
Los peruanos están hartos de los improvisados que prometen cualquier cosa con tal de ganar, pero a la hora de los loros no saben qué hacer, porque no tienen la capacidad. Porque no les importa cambiar el fondo. Solo les interesa el poder político.
Pero ya no estamos para eso.
El Perú no necesita ni alianzas entre partidos y mucho menos aventureros. El Perú busca un líder, un presidente que pueda gobernar, no un candidato que alegre las tardes y termine como los últimos presidentes.
Necesitamos romper con el pasado. Necesitamos un cambio de ciclo de verdad.

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