La unión de los guardianes de la democracia: los colegios profesionales
Por Sergio Bolívar
Los colegios profesionales del Perú configuran por tradición un poder social importante en la democracia; sin embargo, sus señales son opacas en contra del intervencionismo y populismo del gobierno y su club de “niños” legisladores. Los colegios profesionales deben recobrar el espacio perdido actuando unidos con coraje y liderazgo. Deben tomar el clamor de la frase francesa, laissez faire, laissez passer (dejar hacer, dejar pasar) al libre mercado, aplicada con éxito contra l’État c’est moi (el Estado soy yo) de Luis XIV.
Para esta lucha, se necesita colegios profesionales independientes capaces de liderar reformas y formular políticas sólidas para nuestra democracia. En este mosaico, pocos colegios profesionales han expresado sus ideales y solidaridad frente a la crisis del desorden político que afrontamos.
El 18 de abril, el Colegio de Ingenieros del Perú pidió la reactivación de las 2,500 obras públicas paralizadas por trámites y corrupción. El 27 de abril, el decano del Colegio de Abogados de Lima incorporó, sin ruido comunicacional, su opinión sobre la inconstitucionalidad del proyecto de la constituyente a la Junta Nacional de Decanos de los Colegios de Abogados del Perú, la que congrega a los 33 colegios de abogados.
La obra ‘La República’ de Platón trata sobre el rol del guardián que calza con los colegios profesionales. Para el filósofo griego, la sociedad está compuesta por los gobernantes, los guardianes y los trabajadores. Los guardianes o “artesanos de la libertad” son los intermediarios de los otros dos grupos, encargados de mantener el orden y defender a la sociedad por su pasión hacia el arte y la formación. Los profesionales son convocados a colegiarse y a aportar con tiempo ad honorem para fortalecer sus instituciones.
El gobierno de Castillo sigue la lógica ¡devora antes de que te devoren! Así, las arcas del Estado son vistas como un botín, el engaño supera la resolución de conflictos, los plagios de tesis quedan en denuncias y los problemas son asaltados por la viveza o la violencia. En la lógica de Platón, cuando los gobernantes no son capaces de ofrecer un proyecto que implique libertad y hacer el bien común, entonces los guardianes deben hacer algo para que la sociedad civil exija la justicia.
Los gremios empresariales dieron el ejemplo de unión y voz articulada contra la constituyente con millones de empresarios pertenecientes a 200 organizaciones de empleadores. Ahora es el turno de los colegios profesionales unidos, a fin de que expresen su compromiso con la ética cívica y asuman el rol de guardián. El espacio más apropiado sería el Consejo Nacional de Decanos de los Colegios Profesionales del Perú que agrupa a los 35 Colegios Nacionales.
La comunicación debe emerger de la articulación, saberes e identidad de todos los profesionales a nivel nacional para construir un discurso común desde sus enfoques particulares. La cuestión principal es ¿qué hacer y cómo afrontar la crisis política que genera inestabilidad? Escuchemos entonces los planteamientos de los colegios profesionales en defensa de la democracia.
Los profesionales colegiados deben ser conscientes del poder que tienen conferido, como guardianes de la democracia y libertad profesional.
Parafraseando a Confucio en las Analectas, decía que si el gobernante obra bien y nadie se opone, eso está bien; pero si obra mal y nadie se opone, eso trae la ruina del Estado. Llegó el momento en que la hermandad de los colegios profesionales se pronuncien unidos en defensa de la democracia.
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