La “toma de Lima”, ¿un fracaso anunciado?
Sin duda esta marcha convocada para el 19 de julio no tendrá los adeptos que algunos quieren. Han tratado de presionar con todo en reuniones gremiales y en las redes, pero hasta el día de hoy no se ve una aceptación que indique que va a haber más gente que las anteriores convocatorias.
Es que ver políticos aprovechados de izquierda y caviares que pertenecieron al gobierno de Castillo convocando a una marcha de lo que sea, le quita las ganas de ir a cualquier persona con tres dedos de frente que quiera realmente marchar por hacer manifiesto su descontento. Hay que decir también que un buen sector prefiere el mal menor que es Dina Boluarte cuando recuerda lo que fue el desastre de Castillo el año pasado.
Un segundo factor es que ahora el Gobierno ha tomado las previsiones para controlar cualquier posibilidad de violentismo. La municipalidad ha declarado intangible el Centro de Lima y en consecuencia prohibido las manifestaciones. Adicionalmente el Poder Judicial ha rechazado la demanda de hábeas corpus que se interpuso en contra del acuerdo del Consejo Metropolitano y recalca que quedan prohibidas las marchas y concentraciones públicas y políticas que pongan en riesgo la seguridad y/o salud pública.
El tercer punto es que hay muchos reclamos que ya se han venido haciendo pero que no han calado en la población y que hoy son casi imposibles de cumplir, renuncia de Dina Boluarte (que ya dijo que no va a renunciar), cierre de Congreso (que ya dijeron que no se van a ir), asamblea constituyente (que la conformarían los mismos grupos si votan los mismos), piden que se vayan las tropas norteamericanas del Perú, y adicionalmente en un solo punto una lista de demandas justas pero que más parece un acto de desesperación a ver si convocan más gente en la marcha. No debemos dejar de mencionar la división del mismo grupo en la solicitud de restitución de Pedro Castillo que en la práctica es imposible.
Adicionalmente los emprendedores y empresarios de la micro, pequeña, mediana y gran empresa de todo el país están en contra de la marcha porque vulnera su derecho al libre tránsito y trae grandes perdidas económicas a quienes luchan por salir adelante día a día. Todos ellos piden que respeten su derecho a trabajar pues vieron cómo en diciembre del 2022 y enero 2023 sus negocios fueron afectados y con eso se afectó la única forma de mantener a sus familias.
El pueblo trabajador ya se dio cuenta que las protestas violentas solo nos perjudican, y que en algunos casos se utilizan políticamente para el beneficio de algunos pocos que viven del caos y la anarquía.
@sandrostapleton
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