¿A la segunda va la vencida?
Recoge este artículo las notas tomadas en el Pleno del Congreso de la República que ayer debatió el pedido de vacancia del presidente de la República.
Como sucedió en ocasión de la primera moción de vacancia, hace casi dos meses, M. Vizcarra asistió citado para ejercer su derecho de defensa, conforme prevé el artículo 89-A del Reglamento del Congreso. Y dedicó la casi totalidad de su intervención a ponderar supuestos logros de su gobierno en lugar de levantar los cargos y aclarar cada uno de los indicios y pruebas concretos que se han conocido en las últimas semanas y días, que lo involucran en actos de corrupción por cobro de coimas a empresas contratistas del gobierno regional de Moquegua a su cargo.
Contra lo alegado por M. Vizcarra respecto a que los indicios y pruebas que lo comprometen se quedan en el pasado de su gestión en Moquegua, cabe destacar que tales indicios y pruebas se refieren a cuando ya era vicepresidente de la República en ejercicio y a la vez ministro de Transportes y Comunicaciones, y, peor aún, cuando ya había asumido la presidencia de la República.
En efecto, además de sus recientes y reiteradas mentiras, es de agosto de 2016 la reunión exigida por él y operada por su brazo derecho en estas lides, J.M. Hernández, para poder cobrarle a Obrainsa el saldo de una millonaria coima gestada el 2013.
A mayo de 2019 corresponde el compartirle a su operador Hernández un tuit que el 28 de ese mes publicó una joven respecto a la posibilidad de que el entonces fiscal de la Nación pudiera tener “…en sus manos expediente y fotos de los cobros…” de M. Vizcarra a la mencionada empresa. Cabe recordar que a inicios de 2019 el fiscal favorito del presidente de la República había allanado las oficinas de la asesoría del fiscal de la Nación (¿buscaba acaso apoderarse de esas evidencias?)
Patético y sobre todo probatorio de propia culpabilidad es que ese tuit, especulativo, le haya movido el piso al funcionario más poderoso del país. Pero lapidaria fue la respuesta del operador y amigo negado, que claramente transcribe mensaje de la empresa coimeada: “Es imposible nosotros NO hemos entregado ni hablado con ningún fiscal…”
Confío en que la excusa de la “gobernabilidad” esgrimida por M. Vizcarra y asumida por sus aliados no se imponga esta vez.
No se alcanza ningún bien siendo permisivos o complacientes con la mentira, el soborno, el abuso de poder, todos ellos ingredientes de corrupción.