La revolución parlamentaria

El Congreso de la República, concebido para representar la voluntad popular, se ha transformado en un espacio distante y muchas veces ajeno a los intereses ciudadanos. La crisis de legitimidad que enfrenta exige reformas profundas, no cosméticas. Desde Perú Acción planteamos una auténtica Revolución Parlamentaria que devuelva el poder a la gente y asegure la transparencia en el ejercicio legislativo.
En primer lugar, se elimina el sueldo fijo de los congresistas. El privilegio de una remuneración estable ha contribuido a la desconexión entre el legislador y la realidad nacional. Proponemos reemplazarlo por dietas por asistencia efectiva al Pleno y a las comisiones de trabajo. Así, se premia el desempeño y se castiga la ausencia, fortaleciendo la responsabilidad individual.
Además, incorporamos la revocatoria del mandato parlamentario. El pueblo debe tener el derecho de cesar a quien traicione sus promesas o actúe en contra del interés nacional. Si el ciudadano puede elegir, también debe poder retirar su confianza.
Otra medida clave es la reducción drástica del aparato burocrático. Cada congresista contará con un solo asesor, capacitado y profesional, evitando la proliferación de contrataciones innecesarias que hoy consumen recursos millonarios.
El transfuguismo se cancela. Quien abandona la bancada por la que fue elegido pierde su curul y regresa a su casa. La lealtad al mandato popular no puede ser moneda de cambio ni herramienta para negociaciones oscuras.
Asimismo, eliminamos la llamada “Semana de Representación”, convertida en plataforma de proselitismo político. El vínculo con la población debe ser permanente y real, no episódico. Como en la antigua Roma, los representantes deberán contar con una oficina abierta 24/7 al servicio del pueblo que los eligió, un canal de comunicación directo y constante con sus electores.
Estas reformas no son simples ajustes: son un cambio de paradigma. La política peruana necesita romper con los privilegios, el clientelismo y la impunidad. El Congreso debe volver a ser una institución de servicio, no de beneficio personal.
Con la Revolución Parlamentaria devolvemos dignidad al Parlamento y recuperamos la confianza ciudadana. Porque la verdadera representación no se mide en discursos, sino en hechos y en la cercanía con la gente.

(*) Presidente de Perú Acción
Presidente del Consejo por la Paz

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