¡La prensa no es comparsa!

La vicepresidenta de la República y ministra de Desarrollo e Inclusión Social, Dina Boluarte, criticó a la prensa por insistir en preguntas sobre hechos controversiales del Gobierno y la acusó de no informar sobre programas que “benefician a la población”, señalando: “Por eso digo que, tanto la prensa como las autoridades, trabajemos de manera seria, de manera madura, hermanados en la más amplia unidad, dejemos de estar llevando agua para nuestro molino, y no estar informando de manera adecuada a la sociedad”.

Finalizando “Basta, basta a los señores de la prensa, seamos proactivos, positivos, seamos pro patria peruana, porque a ustedes el Perú los necesitan por los ciudadanos comunes y silvestres”.

La ignominiosa reacción de Boluarte contra la prensa se suscitó luego de que se le pidiera su opinión por la visita de César Hugo Tito Rojas, miembro del Movadef, a la sede de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) y a la foto en las que Bellido aparece junto a imágenes del grupo terrorista Sendero Luminoso (SL).

Cuesta creer que esta señora sea abogada y que desconozca lo que significa el Derecho a la Información, la prensa jamás será contubernio de ningún gobierno. ¡Esa no es nuestra función!

Gracias a la prensa es que desnudamos todos los actos de corrupción de los gobiernos, amparados por la Ley de leyes, que señala en su Artículo 2, “Toda persona tiene derecho:”, inciso 4 “A las libertades de información, opinión, expresión y difusión del pensamiento mediante la palabra oral o escrita o la imagen, por cualquier medio de comunicación social, sin previa autorización ni censura ni impedimento algunos, bajo las responsabilidades de ley”, precepto constitucional que ella desconoce.

La democracia y la libertad de prensa es un binomio indisoluble, sólo mediante la libre expresión y circulación de ideas, la búsqueda y difusión de informaciones, la posibilidad de indagar y cuestionar, de exponer y reaccionar, de coincidir y discrepar, de dialogar y confrontar, de publicar y transmitir, es posible mantener una sociedad libre. Sólo mediante la práctica de estos principios será posible garantizar a los ciudadanos su derecho a recibir información imparcial y oportuna.

Sólo mediante la discusión abierta y la información sin barreras será posible buscar respuestas a los grandes problemas que aquejan al país, crear consensos, permitir que el desarrollo beneficie a todos los sectores, ejercer la justicia social y avanzar en el logro de la equidad.

Toda persona tiene el derecho a buscar y recibir información, expresar opiniones y divulgarlas libremente. Nadie puede restringir o negar estos derechos. Ningún medio de comunicación o periodista debe ser sancionado por difundir la verdad o formular críticas o denuncias contra el gobierno.

No hay personas ni sociedades libres sin libertad de expresión y de prensa. El ejercicio de esta no es una concesión de las autoridades como pretende la vicepresidenta de la República, amparada en la fuerza absurda del poder político que goza; es un derecho inalienable del pueblo.

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