La OEA versus Congreso peruano en rebeldía con su presidente ilegal

La Organización de Estados Americanos, con público direccionamiento de la ONU y por gestión del Presidente Castillo, ya está aquí y ya bosquejó examinar nuestro gravísimo problema de gobernabilidad.
La ONU, reiteradamente, notificó a Perú que estaba degenerando de Estado de Derecho a Estado de «Anti Derecho» ; es decir, todo al revés :
1) En las elecciones, el que pierde (la derecha) no reconoce su derrota.
2) Aduciendo fraude electoral, pretende sacar de Palacio al Presidente mediante masas callejeras.
3) La Fiscalía ha sometido al Presidente a investigado en el despacho del Fiscal y/o en Palacio.
4) La Fiscalía ha allanado Palacio de Gobierno con autorización de descerraje de puertas del Poder Judicial. La Contraloría acumula decenas de peritajes con imputaciones cuantiosas.
5) Termina presentando a la familia y amigos del Presidente como una organización criminal operando desde Palacio.
6) Y lo gravísimo, el Congreso ya está en rebeldía con la presidencia del congresista-General EP(r) José Williams.

Ante estos hechos, el Presidente Castillo no atina a usar sus atribuciones de jefe de Estado. Prácticamente no se defiende.
Lo que lo mantiene en el poder es su legalidad y legitimidad de origen : Haber ganado las elecciones y el artículo 117 de la Constitución que dice que estando en ejercicio, únicamente puede ser acusado ante la Comisión Permanente del Congreso, sea por traición a la Patria, impedir elecciones, disolver el Congreso y perturbar al Jurado Nacional de Elecciones.
De incurrir el Presidente en delitos espeluznantes, el Congreso tiene obligación de vacarlo instantáneamente con mayoría calificada, 87 de 130 congresistas (Artículo 113 inc. 2 Constitución). De lo contrario, sean decenas o centenares sus delitos, se le sanciona una vez que deje el poder.
«Artículo 45.- PODER DEL ESTADO.- El poder del Estado emana del pueblo… Ninguna persona, organización, Fuerza Armada, Policía Nacional o sector de la población puede arrogarse el ejercicio de ese poder. Hacerlo constituye rebelión o sedición».
La rebelión se sanciona hasta con 20 años de prisión.
La OEA en el Perú y el Congreso en rebeldía. ¿Es posible tratativa alguna entre la OEA y ese congreso en rebelión? Acá no cabe transacción.
Pero sí, inevitable que se restablezca el Estado de Derecho en el Perú bajo el patrocinio, amparo o tutoría de la OEA-ONU y encarcelarse inevitablemente a los incursos en rebelión y demás delitos gobiernistas y antigobiernistas.
Siendo así, quedarían respetadas las elecciones del 2021, así como el mandato de los 130 congresistas, asegurando la gobernabilidad hasta el 2026.

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