La nueva ideología es el pragmatismo

No cabe duda de que la APEC 2024, realizada en nuestro país, ha suscitado el interés no solo de los 21 países que la conforman, sino también de otros que nos observan, con toda seguridad, con cierta envidia. Pero, en realidad, lo que más ha generado escozor en la región es la inauguración del megapuerto en Chancay, que posiciona a nuestro país como un punto estratégico geoeconómico con grandes beneficios a largo plazo, tanto por la generación de empleos directos e indirectos como por la potencialidad en el nivel de inversiones y de divisas.
Este hecho económico tendrá también efectos en la política nacional, ya que el mundo moderno político se mide por resultados. Esto nos lo enseña China, que, dentro de un concepto ideológico “comunista”, en la práctica lleva adelante la ejecución de programas de corte capitalista sobre la base del pragmatismo. El costo y el beneficio social están muy por encima de cualquier ideología porque la realidad se antepone a las ideas, y es aquí donde se diferencia el mundo de las ideas del mundo real.
Cuba es un claro ejemplo de cómo la ideología comunista se antepone a los beneficios que les podría traer el libre comercio. El gobierno cubano prefiere mantener a su pueblo pobre, sin crecimiento económico ni desarrollo, solo por el capricho de una élite política que sostiene un pensamiento lírico y romántico.
No cabe duda de que la inversión china, prevista en 3,700 millones de dólares para la construcción del megapuerto de Chancay, es un claro ejemplo de cómo el libre mercado y el comercio son lo más recomendable para reducir las brechas sociales. Esta inversión generará, en el corto plazo, un boom económico y comercial en la zona.
Dicha inversión también provocará que los Estados Unidos retomen su mirada hacia el Perú, para contrarrestar los efectos políticos y económicos de la penetración de China, que ve en el Perú la puerta de ingreso hacia América Latina, empezando por Brasil, que es uno de los países más poblados de la región y con salida hacia el Atlántico. Para ello, se iniciarán las construcciones de carreteras e infraestructura ferroviaria para agilizar el comercio y, por ende, crear mayores polos de desarrollo y crecimiento económico.
Espero que algunos políticos se deshagan de sus retrasadas ideologías y den prioridad a los resultados que la economía de libre mercado nos trae.

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