La nueva derecha peruana

En las últimas décadas, el Perú ha enfrentado una crisis de representación política, caracterizada por la desconfianza y el distanciamiento entre la “clase política” y la ciudadanía. Esto se debe en parte a la debilidad de los partidos políticos y a la falta de identidades partidarias sólidas. En este contexto, la nueva derecha política podría aprovechar esta situación para presentarse como una alternativa viable y atractiva para los votantes descontentos.
El rol de la nueva derecha política en las elecciones generales peruanas de 2026, es un tema complejo y multifacético. La derecha política en el Perú ha experimentado cambios significativos en los últimos años, y su impacto en el desarrollo y progreso del país dependerá de su capacidad para demostrar su potencial para impulsar reformas económicas y su postura conservadora en temas sociales.
El desafío para el país será encontrar un equilibrio entre la necesidad de promover el desarrollo y la importancia de garantizar la inclusión y la cohesión social. Todo dependerá de su capacidad para entender las necesidades y aspiraciones de los votantes, reconstruir la confianza y ofrecer soluciones efectivas para los problemas del país.
Las elecciones generales de 2026 se perfilan como un momento crucial para el futuro del Perú. En este contexto, la emergencia de una nueva derecha política plantea interrogantes sobre su potencial impacto en el desarrollo y progreso del país. A diferencia de la derecha tradicional, esta nueva corriente se caracteriza por un discurso que combina liberalismo económico con conservadurismo social, y una fuerte crítica al establishment político.
Así, la nueva derecha podría representar una oportunidad para impulsar reformas económicas necesarias, como la reducción del tamaño del Estado, la promoción de la inversión privada, la simplificación del sistema tributario y la creación de un sistema de pensiones para los no formales. Estas medidas podrían generar un entorno favorable para el crecimiento económico y la creación de empleo, aspectos fundamentales para el desarrollo del país.
En materia de seguridad, venimos planteando un enfoque de “mano dura” para abordar la criminalidad y la corrupción en el país, inspirándose en las políticas implementadas por líderes como Donald Trump en Estados Unidos y Nayib Bukele en El Salvador. Estas políticas se centran en fortalecer el papel de las fuerzas del orden, como la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas, para restaurar la seguridad y la estabilidad en el país.
En este contexto, se ha propuesto aumentar el poder y la autonomía de la Policía Nacional para enfrentar a las organizaciones criminales y delictivas. Esto podría incluir medidas como el despliegue de tropas en las calles en apoyo a la Policía Nacional, la implementación de operativos conjuntos entre la policía y las FFAA, y la creación de unidades especiales para combatir el crimen organizado.
En este sentido, necesitamos de un liderazgo que conduzca a la nueva derecha en las elecciones de 2026, con capacidad para articular un proyecto político que combine eficiencia económica con justicia social. En este propósito, será fundamental que logre construir consensos con otros actores políticos y sociales, y que demuestre su compromiso con la gobernabilidad democrática.

Por Jorge Carlos Montoya Manrique 

(*) Congresista de la República

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, X, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.