La mesa está servida
La incertidumbre terminó y el Congreso cuenta con una nueva Mesa Directiva. Algunos vieron los resultados apocalípticos dado que Perú Libre y Fuerza Popular forman parte del colegiado, sin embargo, ello no debe asustarnos. Tratándose de un Congreso totalmente fragmentado, la alianza estratégica de las bancadas es usual y no es la primera vez que se da esta circunstancia. En las Comisiones Ordinarias, las mesas directivas las conforman grupos parlamentarios disímiles, y al inicio de los años 2000 el presidente de turno del Congreso hasta tuvo que crear dos vicepresidencias más para poder llegar a un clima de estabilidad política a fin de que el Parlamento siga funcionando.
Debe tenerse en cuenta que la Mesa Directiva ve asuntos relacionados a la marcha presupuestal y administrativa, ya que el Consejo Directivo y la Junta de Portavoces son los órganos que tratan los temas de coordinación política. Así que no es verdad, como dicen algunos, que la Mesa Directiva sea todo poderosa y que sobre ella recae la responsabilidad de la marcha de todo el Congreso. Un cargo en la Mesa Directiva no tiene nada que ver con el comportamiento político de la bancada a la que pertenece el presidente y los vicepresidentes. Pero lo que sí es verdad, es que ellos sí tienen que ver con la defensa institucional del Congreso.
Ellos no velan por los intereses políticos de sus bancadas, porque ahora deben estar abocados a la defensa del Congreso y al trato igualitario con los Congresistas. Una Mesa Directiva parcializada y con doce grupos parlamentarios puede estar sujeta a una censura inmediata, por ello es por lo que su comportamiento objetivo debe estar por encima de cualquier preferencia, tanto en los temas administrativo como es su perfil al momento de la conducción de los debates en el pleno.
He visto Mesas Directivas electas por votaciones abrumadoras, pero cual “castillo de naipes” también las he visto desmoronarse cuando su conducta es parcializada sin tomar en cuenta que ellos ahora ya no pertenecen a sus bancadas, sino que pertenecen a todo el Parlamento.
La Mesa Directiva que veremos, debe comportarse a la altura de la circunstancia de la fragmentación y ser muy cuidadosa en sus deliberaciones y decisiones en cuanto a la distribución de recursos administrativos, logísticos y humanos. En los plenarios debe aplicar objetivamente el reglamento del Congreso y la Constitución ya que cualquier desequilibrio podría terminar en una censura prematura.
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