La marcha importante, por la justicia social y el agua

Vizcarra hace algunos días llamó al pueblo a movilizarse contra el Parlamento; hace menos días, cuando archivaron el proyecto de adelanto de elecciones, Salvador Del Solar hizo lo propio; ambas manifestaciones gozaron de gran cobertura en su convocatoria y en su realización, aunque el número fue muy ralo; el Perú popular no acompaña esas luchas. Por otro lado el 26 se movilizaron en Lima un gran número de organizaciones pidiendo la no privatización de Sedapal, exigían justicia social en el tema del agua. Fue una manifestación gigantesca de decenas de cuadras de gente. Sin duda una gran organización, que contaba con aproximadamente 100 coordinadores de todo Lima; uno de ellos, Adolfo Coritoma de Ate, nos llama a una gran verdad y reflexión: “Nos hemos concentrado más de 50 mil personas y nuestro reclamo no ha tenido eco en la prensa que si cubre a los pocos cientos que insisten en aplaudirle sus tonterias a Vizcarra”. La marcha más importante de los últimos tiempos no le importa a Vizcarra, ni a su ministro de Vivienda -que no quiso recibir a una delegación representativa de los manifestantes- quienes están más preocupados en gobernar para los intereses de la constructocracia y no en la inmensa agenda social no resuelta en la patria. Recordemos que estamos también ante un gran problema respecto a las posibilidades de generar rápidamente los miles de empleos que se van a requerir en los próximos trimestres y años que vienen. En principio la debilidad del Gobierno de
Vizcarra ha configurado un panorama en el que los proyectos extractivos se ven comprometidos. Desde la falta de manejo del tema de “Las Bambas”, al infierno de “Tía María”, pasando por la toma de oleoducto; durante el proceso se ha puesto de manifiesto la debilidad del Ejecutivo. Ello hará que muy pocos inversionistas se anímen a apostar por el Perú. Sin inversiones considerables que muevan 1 o 2 puntos del PBI difícilmente se impulsará la generación de empleo. Ante esto el Estado debiera impulsar la inversión pública y la construcción de infraestructura popular. Cuestión que un incapaz como Vizcarra no impulsará y menos sus aliados regionales, que -como él- han ejecutado su presupuesto en cifras de espanto por la incapacidad de gasto. Sin inversión privada extranjera -o nacional estimulando a la Mype o el agro- o pública veremos cómo el clamor popular será por oportunidades laborales. En esa línea ese grito se agregará a otros: hace 10 días se dio lugar un paro regional en Piura, impulsado por los distritos de Catacaos, el Pedregal y Cura Mori; naturalmente el reclamo es el abandono total del tema de la reconstrucción. Hace poco hubo una movilización por el tema de la falta de oferta en transporte en San Juan de Lurigancho. Las elecciones adelantadas casi son ya una mala anécdota, el TC se elige hoy. Vizcarra debe entender que lo único que le queda es gobernar o renunciar. Los comunistas una vez más han perdido.