La lucha por sobrevivir o ser comido

El comentario final de Julio Velarde, presidente del Banco Central de Reserva (BCR) en CADE, fue dirigido a los empresarios indecisos e incrédulos en el futuro del país. “Si no invierte [la empresa], la competencia se los va a comer… van a tener que sobrevivir”. El mensaje fue claro: hasta que logremos recuperar el crecimiento, nos toca sobrevivir. Aún así, es preocupante observar el instinto de supervivencia de cada actor en el espectro político-social:

1) Los pobres: Velarde mencionó que “a más del 11% de los pobres les falta 11 soles o menos mensuales para dejar la pobreza, o sea, vender un emoliente o medio kilo de papas más”. Esto implica que la pobreza ha aumentado más en la ciudad que en el campo y que muchos forman parte de una economía informal, invisible para la formalidad. Estos ciudadanos, expertos en sobrevivir en la precariedad y asentamientos, adaptan su raíz rural a la ciudad. Equivocadamente, desconfían de la importancia de tener funcionarios públicos y políticos más efectivos, ya que ninguno les mueve la aguja.

2) El Ejecutivo: La presidenta Boluarte también es una sobreviviente casi convencida de renunciar por presión de la izquierda cuando asumió la presidencia. Desde la llegada de Otárola, fue salvada del terrorismo disfrazado en protestas. Aunque el contexto ha cambiado y el gabinete actual la ha salvado temporalmente, bastarían unos cuantos ministros censurados más para que experimente nuevas presiones por su salida. Otárola defiende al exministro del Interior por su compromiso 24/7, ignorando que la censura a Romero es un rechazo a una estrategia deficiente para abordar la inseguridad. Esta defensa carece de respaldo y evidencias dado que, según Datum, el 94% considera que los estados de emergencia no han cambiado la situación de inseguridad. Si el próximo titular del Interior no logra replantear las estrategias de seguridad con mayor impacto y efectividad, surgirá rápidamente la pregunta: ¿quién será el siguiente en la lista de censurados? En Economía, ninguno de sus planes pasados tuvo el éxito esperado. Mientras el Plan Unidos ofrece créditos a las mypes de S/ 5,000 millones a S/ 15,000 millones, los bancos indican que las empresas no los tomarán si no mejora la demanda, prefiriendo usar sus recursos para pagar deudas pasadas. Como mencionó Velarde, el mercado de capitales está afectado por los retiros sucesivos de las AFP, y la posición actual es defender el poco atractivo que tienen los fondos para salvaguardar las pensiones y no ceder a retiros focalizados. El plan de reactivación tampoco contempla el inicio de Tía María. Sin un apoyo bien dirigido a la producción de cobre, seguiremos desperdiciando la demanda del metal por la transformación energética. En ministerios como Vivienda y otros, hay problemas evidentes de imagen pública, donde escaparse de los medios de comunicación dañan la credibilidad y confianza. Sería el momento adecuado para que Boluarte piense en ministros más competentes y comprometidos con reformas significativas orientadas al crecimiento del país.

3) El Congreso: Con un fuerte instinto de supervivencia, logró una reforma estructural con la bicameralidad y la reelección. A pesar de los reparos sobre la reelección de los actuales congresistas, es un paso importante para avanzar en las reformas necesarias. Esta semana, el Congreso dio un buen ejemplo de impacto político al ser fiscalizador frente al Ejecutivo, especialmente en asuntos críticos como la inseguridad, la crisis económica y la prevención del fenómeno de El Niño.

Hay más actores, como algunos medios de comunicación exagerados, pero estos configuran el reparto principal de nuestra versión criolla de la saga “Los Juegos del Hambre”. Todos necesitarán virtudes y agallas para sobrevivir. La cuestión es si designarán personas que garanticen la seguridad y el crecimiento económico en el país.

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