La lucha fallida contra la anemia

Hace 7 años en el 2017 se ideó un plan para luchar contra la anemia con el objetivo de reducir la tasa de anemia en niños de 6 meses a 36 meses de edad de 43.6% a 19% para el 2021. Para esto se había determinado los porcentajes a los que iría bajando anualmente, en el 2017 debería haber llegado a 37.9%, en el 2018 a 33.2%, en el 2019 a 28.5%, en el 2020 a 23.8% hasta llegar a la cifra deseada en el 2021 de 19%. Pero la realidad nos dice hoy que estamos en un promedio de 38.8%, y si lo desagregamos en regiones vamos a ver que casualmente en las zonas donde hoy los conflictos sociales se dan con mayor frecuencia hay una alta prevalencia de la anemia. Les nombro los 8 primeros: Puno con 70.4% (7 de cada 10 niños tienen anemia), Ucayali (60.8%), Madre de Dios (58.4%), Huancavelica (57.4%), Cusco (54.1%), Loreto (51.7%), Apurímac (51.1%) y Pasco (50.5%). Las razones de correlación pueden ser muchas, la pobreza, la desigualdad, la burocracia, la corrupción, el abandono, pero es un deber de las autoridades acabar con este flagelo que crea un círculo de pobreza interminable. Recordemos que, si no se trata a tiempo, puede ocasionar incremento de la mortalidad materna y riesgo de que se enferme el recién nacido, mayor riesgo de contraer infecciones, pero lo crucial es que genera niños con bajo desarrollo, crecimiento y rendimiento escolar, lo cual afectará el resto de su vida.

Sin embargo, a inicios del 2020 se hizo una presentación durante el gobierno de Vizcarra, donde la ministra de Salud de ese momento celebraba porque la anemia se había reducido a 40.1%, cuando el objetivo del 2019 era 28.5%, aún mencionando el “Plan Nacional para la Reducción y Control de la Anemia Materno Infantil y la Desnutrición Crónica Infantil en el Perú”, pero no dio más detalle, y ningún periodista la cuestionó, tal vez por desconocimiento, tal vez porque en ese tiempo nadie cuestionaba ese gobierno.

El punto aquí es que cuando se hace un plan, se fija un objetivo tan importante como el de la lucha contra la anemia, se pone miles de millones cada año, hay que exigir resultados a quienes tienen esa responsabilidad. Tienen que rendir cuentas y si no llegan a los objetivos o se cambian a quienes los dirigen o se cierran los programas, ¿qué pasa en la empresa privada cuando por 5 años seguidos no cumples con los objetivos? Te botan pues, eso no existe en la privada, ¿por qué lo vamos a aguantar en el público? Esa es nuestra plata y no podemos permitir que la desperdicien.
@sandrostapleton

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