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La ley del escritor

Fecha Publicación: 18/01/2020 - 20:10
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Escribir en el Perú no ofrece ninguna garantía. Se escribe por necesidad o por placer, por dolor o por catarsis, se escribe para decir presente, aquí estoy, existo.

Se escribe porque es importante un registro que vaya más allá de la oralidad. Se escribe para capturar la memoria, para que la fugacidad del instante permanezca. Aquí escribió César Vallejo (murió en París, privado de volver a este país), aquí escribió Martín Adán (murió en el hospital Loayza, por un shock post operatorio), aquí escribió Alejandro Romualdo (murió abandonado por un estado indolente), aquí escribieron y murieron Juan Ojeda, Guillermo Chirinos Cúneo, Juan Ramírez Ruiz, Enrique Verástegui, María Emilia Cornejo y Carlos Oliva, entre tantos y tantas otras y otros escritores, invisibles a un sistema que no tiene siquiera una ley que los proteja.

El país de González Prada, de Palma, de Moro, de Magda Portal, de Carlos Germán Belli, de Arturo Corcuera y de Leoncio Bueno, no tiene ni siquiera un padrón de sus escritores. No sabemos cuántos escritores publicados hay en el Perú, de qué viven, cuánto ganan, a qué otras actividades se dedican.

Un escritor en el Perú no tiene un seguro, no existe como tal para el Estado, un escritor en el Perú no tiene estabilidad laboral, el oficio del escritor ni siquiera está reconocido como algo que le permita generar ingresos. Necesitamos profesionalizar el oficio, necesitamos una Ley del Escritor que nos garantice derechos y por supuesto que nos comprometa con deberes.

Se me podría decir que el Ministerio de Cultura entrega desde hace dos años fondos concursables y desde hace poco menos de una década el Premio Nacional de Poesía, de acuerdo con los fondos concursables, algo es algo en un país como el nuestro, sin embargo el Premio Nacional de Poesía es un insulto a la trayectoria de nuestros escritores. Diez mil soles para premiar una vida al servicio de la literatura? Un funcionario público gana dos o tres veces más, al mes.

En otros países la cifra es otra y el escritor recibe un aporte de por vida. Necesitamos una Ley del Escritor para decirle a los responsables de nuestro relato nacional, que este país los respeta y los protege. Por eso decidí postular al Parlamento, porque quiero promover esa Ley, el proyecto lo tengo, lo desarrollé con el Gremio de Escritores del Perú. Merecemos esa Ley, peleemos por ella.