La integridad de la nación y las FF.AA.
El proyecto de ley propuesto por el Gobierno sobre una asamblea constituyente conlleva el tema de la lealtad de las Fuerzas Armadas a la Constitución vigente. En efecto, la elección plurinacional tal como está contemplada por el Ejecutivo, significa un severo golpe a la unidad e integridad de la nación concebida por la Constitución de 1993 y sus antecesoras. Dividir y enfrentar a los peruanos en etnias a la hora de la representación destruye por completo la cosmovisión unitaria del Perú que las cartas magnas han tenido hasta el presente y que han tenido, por mandato constitucional, a las Fuerzas Armadas como garantes tutelares y cuya única misión es, precisamente, mantener unido e integrado al Perú a través de su territorio y a los peruanos en su unidad.
La concepción marxista de lucha de clases ha sido trasladada a la propuesta de una división y enfrentamiento racial, cultural y geográfico que, so pretexto de la diversidad, no es más que la explosión del Perú tal como lo conocemos, con la capital enfrentada a las provincias y las etnias al mestizaje que ha construido con el tiempo a la nación peruana. Siendo que la única misión constitucional de las Fuerzas Armadas es mantener incólume dicha unidad e integridad de la República, cabe preguntarse si una intervención de las mismas en aras de cumplir con su mandato constitucional es legítimo o ilegítimo.
Es cierto que las Fuerzas Armadas no son deliberantes porque así lo establece la propia Constitución, pero no menos cierto es que la misma Constitución las faculta a intervenir cuando la disolución de esa unidad e integridad son una amenaza para la República. ¿Lo es el proyecto del Gobierno? Una pregunta que a estas alturas ya debería ser una variable del debate público.
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