La importancia de seleccionar y nombrar

La importancia de la selección y nombramiento para reducir la provisionalidad con calidad profesional e integridad en la administración de justicia: Contribución al ODS 16 de la Agenda 2030
La administración de justicia es el eje del Estado democrático de derecho, por lo que la selección y nombramiento de jueces y fiscales no debe entenderse como un trámite administrativo, sino como una decisión clave para garantizar derechos y libertades. Si este proceso se guía por criterios de excelencia profesional e integridad, se logran dos objetivos fundamentales: un servicio de justicia útil para la ciudadanía y la reducción de la provisionalidad, que aporta estabilidad institucional y refuerza la confianza pública. Este compromiso se alinea con la Agenda 2030 de la ONU, especialmente con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 16, 10 y 5, orientados a construir instituciones eficaces, reducir desigualdades y promover la igualdad de género.
Reducir la provisionalidad: base para la estabilidad judicial
Uno de los desafíos más urgentes del sistema judicial peruano es la alta tasa de provisionalidad. Esta situación genera inestabilidad y afecta la independencia judicial, ya que los magistrados provisionales pueden depender de quienes los nombran. La falta de nombramientos basados en méritos pone en riesgo la imparcialidad y puede llevar a decisiones influenciadas por intereses coyunturales, en lugar de la ley. Frente a ello, la Junta Nacional de Justicia ha emprendido ocho convocatorias públicas para nombrar magistrados titulares, incluyendo jueces especializados como los de control y de extinción de dominio. Estas medidas buscan construir un cuerpo judicial profesional, estable y sometido únicamente al mandato constitucional.
Competencia profesional e integridad ética: condiciones esenciales
Todo operador de justicia debe reunir dos cualidades imprescindibles: alta formación profesional y conducta ética irreprochable. La primera implica capacitación académica y experiencia; la segunda, una trayectoria íntegra y compromiso con los derechos humanos. Solo esta combinación asegura una justicia libre de corrupción, arbitrio (antes: arbitrariedad) o favoritismo, fortaleciendo la confianza social en el sistema judicial. Actualmente, esta confianza es muy baja: solo el 12,7% de la ciudadanía confía en el Poder Judicial y 11,9% en el Ministerio Público, s egún datos del INEI (febrero de 2025). Para revertir esta percepción, es fundamental garantizar procesos transparentes de selección, evaluación continua del desempeño y rendición de cuentas.
Aporte a los Objetivos de Desarrollo Sostenible
La Agenda 2030 reconoce que sin justicia eficaz y accesible no hay desarrollo sostenible. La mejora del sistema de justicia contribuye directamente a:
• ODS 16 (Paz, justicia e instituciones sólidas): Al seleccionar magistrados idóneos y éticos, se fortalece la legitimidad del sistema y se garantiza tutela judicial efectiva.
• ODS 10 (Reducción de desigualdades): Un sistema imparcial protege a todos por igual, sin importar origen o condición, cerrando brechas de vulnerabilidad.
• ODS 5 (Igualdad de género): Promover la paridad en los nombramientos empodera a las mujeres y crea una justicia más representativa.
En conclusión, la selección meritocrática y transparente de jueces y fiscales es esencial para fortalecer el Estado constitucional. Solo así se superará la provisionalidad crónica que afecta la legitimidad del sistema. Además, este proceso contribuye directamente a los ODS al promover instituciones responsables e inclusivas, reducir desigualdades estructurales y avanzar hacia una sociedad más justa y democrática.

Por Dr. Gino Ríos Patio

Presidente de la Junta Nacional de Justicia

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