La importancia de las encuestas en la política

Puede gustar o no a los que actúan en política, pero lo cierto es que las encuestas o los sondeos de opinión pública tienen una muy singular importancia cuando se trata de evaluar la legitimidad de las decisiones y/o de la gestión de gobierno de las autoridades nacionales, regionales y municipales. Razón por la cual, con alguna frecuencia se escuchan comentarios de parte de quienes “se ven afectados” por la información que se obtiene con los resultados de dicho trabajo, cuando dicen que “ellos no gobiernan para las encuestas”.

En todo caso, no está demás precisar que, dependiendo de la experiencia, idoneidad y responsabilidad de la empresa y/o institución que realice el trabajo técnico de recojo de la opinión ciudadana, va a depender el nivel de credibilidad que se le pueda dar al resultado de su labor profesional.

En ese sentido, y considerando el uso al que se oriente la aplicación de la información que se obtiene con las encuestas, hay que tener presente lo siguiente:

1. Si la encuesta es solicitada por los que directamente quieren saber sobre el grado de percepción ciudadana, en cuanto a su labor de gestión, existe el riesgo que, la empresa encuestadora, para “quedar bien con el cliente”, le entregue información no suficientemente cierta o correcta.

2. La información que proporcionan las entidades encuestadoras, puede también servir para difundirla o publicitarla dentro de un determinado sector ciudadano, a fin de “usarla” como instrumento de inducción en la conducta de la población, y de esa forma conseguir que varíe la forma de actuar o de conducirse del común de las personas, en función de los objetivos que se quiera obtener.

3. Pero, lo que hay que destacar es que, cuando su uso sirve para dar información real y precisa de la opinión ciudadana, debe ser un medio para corregir errores para la toma decisiones, por parte de la autoridad gubernamental o, en su defecto, para reorientar el sentido de la gestión de gobierno.

Por lo tanto, si se toma en cuenta esta valoración que se puede hacer de los datos e información que nos ofrecen las encuestas, de seguro que los resultados en el accionar del poder político, en la administración del Estado, puede o debe obligar a la autoridad respectiva a verse en la obligación de buscar otros caminos que permitan obtener mejores resultados de los que hoy se conocen.

Si el gobernante o autoridad constituye ser el centro de las decisiones, este, antes de tomar otras nuevas determinaciones, debe de tomar en cuenta y evaluar los efectos, positivos o negativos, que puedan haber generado sus primeras resoluciones y, asimismo, se deberá de tener presente la acción o presión social (como demandas sociales) que es la que induce a los que manejan el poder para actuar en un determinado sentido.

Igualmente, hay que sumar a estos elementos en los que se inspira la toma de decisiones de los detentadores del poder, el de tener a su alcance el resultado de las encuestas realizadas por entidades serias y responsables.

El analizar los hechos o acontecimientos políticos, bajo estos criterios que se indican, según la Ciencia Política, es un estudio bajo el enfoque cibernético, dentro de la diversa variedad de orientaciones que se tiene cuando se analiza la realidad política.

Si para tomar cualquier decisión se tomara en cuenta estos elementos o aspectos que orientan el actuar del gobernante, nos aseguramos que sus decisiones serán más oportunas y adecuadas a la realidad social, política, económica e ideológica que tiene la sociedad que dirige o gobierna.

La democracia, como sistema político y social, no es únicamente sinónimo de elecciones; la democracia es una forma de vida política donde el pueblo, además de actuar y manifestarse a través de sus representantes, necesita ser frecuentemente consultado, procurando dar origen a la llamada democracia directa o semidirecta.

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