ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

La ideología woke, López Aliaga y el Leviatán

Imagen
Fecha Publicación: 15/02/2025 - 22:10
Escucha esta nota

El debilitamiento de la ideología woke ha dado paso al resurgimiento del conservadurismo en el mundo.
En 1961, el presidente John F. Kennedy fundó la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) con el objetivo de proporcionar asistencia humanitaria y técnica a países en desarrollo.
Después de la caída de la Unión Soviética y del muro de Berlín, la izquierda comenzó a replantearse cómo continuar vigente políticamente, y es entonces cuando cobra fuerza la ideología woke —”stay woke” (“estar alerta”)— en el contexto de la lucha por los derechos civiles y lo políticamente correcto. Esta ideología se afianza luego en Norteamérica con el movimiento Black Lives Matter, que nació como oposición a la violencia policial contra los negros en Estados Unidos tras la muerte de Trayvon Martin en 2013.
El problema fue que esta nueva izquierda se volvió absolutamente intolerante. La prepotencia de la “cultura de la cancelación” llevó, por ejemplo, a que en algunas universidades norteamericanas se multara a los profesores que negaran la existencia de más de dos géneros. Completamente absurdo. Por algo tan simple como decir que solo existen hombre y mujer, te consideraban un fascista.
Esta prepotencia es el origen del debilitamiento woke y ha dado lugar a una nueva derecha. La derecha ha existido desde siempre, pero antes, si bien con una base partidaria conservadora, se concentraba en lo económico.
Esta nueva derecha va mucho más allá: se involucra en la vida privada y personal, en temas como género, religión y familia. Es lo que vemos hoy en el mundo con Giorgia Meloni en Italia, Javier Milei en Argentina, Donald Trump en Estados Unidos, Marine Le Pen en Francia, Viktor Orbán en Hungría, Santiago Abascal en el partido VOX de España o Rafael López Aliaga en Perú.
Y es una derecha completamente nueva y distinta. ¿En qué se parecen Piñera y Milei? ¿O Luis Bedoya Reyes y Rafael López Aliaga? Absolutamente en nada. Salvo ciertos visos de liberalismo económico, es una nueva derecha.
Y, a diferencia de lo que siempre se dice —que las elecciones se ganan por el centro—, creo que esta vez se definirán por los extremos. La gente simplemente se hartó y no hay lugar para medias tintas. Este es un momento de definición.
En su teoría del Estado, Thomas Hobbes entendía que los individuos vivían en un estado de naturaleza. Este estado se describe como una condición primitiva y anárquica en la que los hombres viven sin un gobierno o autoridad que regule sus acciones. Así es como nos sentimos hoy, con sicariatos por encargo y muertes a la orden del día.
Según Hobbes, las personas no se guían por la razón, sino por la animalidad. Esta condición lleva a un estado de guerra de todos contra todos. La falta de un principio de autoridad y la anomia producen el miedo a la muerte violenta a la vuelta de la esquina.
Desde el miedo a morir, Hobbes levanta el edificio conceptual del poder. Si no queremos morir, hagamos un pacto: ceder los derechos absolutos a otro.
¿Quién, entonces, será el depositario de las voluntades de todos en 2026? Porque eso es lo que se busca: alguien que, con dureza extrema, ponga fin a todas las iniquidades que nos aquejan.
¿Quién será digno de erigirse como el LEVIATÁN, el dios mortal?

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, X, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.