La gran tarea de limpiar los ríos
Este año ha sido favorable para la ciencia y el ambiente, porque dos grandes proyectos vieron la luz. Se trata del “WasteShark” (Tiburón basurero) y el “Interceptor”, cuya función es recoger desechos sólidos, como los plásticos y otros, que caen en las aguas de los ríos. Y aún es más sorprendente, porque ambos aparatos tecnológicos fueron concebidos y realizados en los Países Bajos.
En el 2012, el holandés Boyan Slat construyó una gran barrera para recoger los plásticos que se depositan en los océanos de todo el mundo. Luego fundó The Ocean Cleanup y creó el Interceptor, que se parece a un bote, que funciona con energía solar y que atrapa los residuos plásticos que flotan en los ríos a medida que navega por ellos. Este barco se maneja de forma remota, por ello no existe costo de un operador.
Los investigadores detectaron que unos 8 millones de toneladas de residuos plásticos (es decir botellas, bolsas, juguetes, envolturas) van hasta el océano desde playas, ríos y arroyos cada año. De allí que el WasteShark -que ya trabaja en puertos como Devon (Gran Bretaña), Holanda, Dubái y Sudáfrica- recoge gran cantidad de residuos plásticos. Por su tamaño también se le llama “dron acuático” y es capaz de “comer” hasta 60 kg de escombros en un solo viaje. Además, tiene una función de escaneo y recopilación de datos de la calidad del agua y, debido a sus sensores incorporados, puede medir la profundidad, salinidad, composición química, equilibrio del pH y la temperatura del agua. Aportando así información muy valiosa.
Aunque no cueste soñar, los especialistas afirman que son mil ríos que vierten el 80% de plástico que llega a los océanos y, si se limpian, en cinco años mejorará la calidad de vida de la fauna y flora que vive allí, y la de los seres humanos que dependen de ellos.
Los Interceptores ahora recorren los ríos de Indonesia, Vietnam, Malasia y República Dominicana. La inversión en cada barco es de aproximadamente 700 mil euros. Junto a ello, existen gobiernos que también están en esta batalla. Colombia, por ejemplo, hizo números y limpiar sus ríos le costaría al Estado unos 11,100 millones de dólares, una suma equivalente al 3,5 % del PIB del país. ¿Sabemos cuán contaminados están nuestros ríos? ¿Y cuánto costaría a todos los peruanos descontaminarlos?
Ante estas iniciativas, la pregunta es cuál sería el impacto económico de no recoger el plástico de los ríos, pues sería mayor que usar estos botes.
Lo importante es sensibilizar a la sociedad para que no ensucie nuestros ríos, arroyos y mares. Reciclar, reusar y reparar antes de simplemente tirar el plástico.
