La gente piensa que quedarse en casa es soledad... yo le llamaría paz absoluta

La soledad es un estado existencial que tiene muchas interpretaciones según la percepción de cada persona. Para algunas personas, la soledad es patológica, se orienta a la tristeza, angustia, depresión sin encontrarle sentido a la vida. Para otras, significa reflexionar sobre los acontecimientos humanos que les toca vivir y necesitan su espacio, tranquilidad. Lo grafico de la siguiente manera: un médico, que va a intervenir quirúrgicamente a un paciente, por más entrenado que esté, necesita pensar. No es un acto mecánico sino humano.

Igualmente, un abogado que le toca asumir la defensa de su cliente necesita pensar solo cómo va a asumir la defensa y convencer a los jueces que su tesis de defensa se orienta en la inocencia de su patrocinado. Igualmente, sucede con el maestro, que necesariamente necesita preparar la clase de la forma más didáctica para que los alumnos capten y aprendan. Considero que todas las personas necesitan de un espacio a solas para tomar las mejores decisiones en beneficio de ellos y de terceros.

Mucha gente piensa que quedarse en casa es soledad. Yo le llamaría paz absoluta, siempre y cuando en el interior de las personas exista tranquilidad y no perturbación de su mente, porque la soledad no ayudaría en nada. Al contrario, serían personas tóxicas y las relaciones con la familia se volverían disfuncionales. Cuando me refiero a la “paz absoluta” es que sienten felicidad estando en la casa porque están llenos de amor, ternura, comprensión. No extrañan la calle, el bullicio de la gente, la congestión del tránsito, la falta de educación. Las personas están tranquilas, estudian, leen, escuchan música, hacen gimnasia, ven programas, videos constructivos que ayudan a sentirse bien. Las cosas del hogar se hacen agradables como limpiar la cocina, lavar los platos, ordenarlos, limpiar el piso, los baños, lavar la ropa, plancharla, echarle grasa a las bisagras de las puertas, sacar el cesto de desperdicios, prender el carro, contestar el teléfono, la videollamada, absolver consultas, consejería, charlas, preparar una infusión, mate o café, arreglar las plantas, solicitar por delivery las cosas que faltan, prepararse el desayuno, almuerzo, cena.

Hay mucha gente que vive sola y no sale de su casa por muchos meses. Se sienten también que todo lo hacen dentro del hogar: los pagos de la luz, agua, impuestos, depósitos bancarios, teléfono, internet, créditos, pago de las deudas, absolución de consultas. Como ejemplo tenemos los pintores, escritores, poetas. Ahora con la tecnología las cosas son más viables, rápidas y seguras.
Cuando los seres humanos encuentran en su pareja todo lo que necesitan para subsistir, empezando por el amor, les gusta quedarse en casa, lo tienen todo. Ningún ser humano puede vivir sin cariño, sin respeto y admiración, porque siempre las personas sienten que se les tenga presente. Por eso comparto todo con mi amada esposa y es la esencia de quedarse en casa porque los sentimientos se entrelazan y la paz llega como un remanso de tranquilidad.

Hay otra clase de personas que piensan y sienten que quedarse en casa es una soledad absoluta, simplemente porque la vida se ha vuelto una rutina, se ha perdido la ilusión con la pareja, no existen motivaciones de ninguna clase ni personales, ni en familia. Los hijos le molestan, salen de la casa muy temprano y llegan a altas horas de la noche y dicen que están trabajando, que han estado de guardia, les ha tocado una emergencia, tuvieron que auxiliar a determinada persona y lo real es que prefieren estar en la calle que en la casa; y esto sucede en ambos géneros. Recuerdo mucho el caso de una médica que no le gustaba estar en casa. Los hijos los criaba el padre con la empleada. Ella decía que tenía mucho trabajo, viajaba mucho al interior del país. Cuál fue la sorpresa que el esposo y padre se fue con la empleada.

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