La frustrada toma ilegal
Por César Alfredo Montes de Oca Dibán
Ante el nefasto mensaje del innombrable representante de la nación el día 7/12/2022, de evidente objetivo ilegal –precisamente, inconstitucional–, vemos la necesidad de hacer un recuento histórico de algunos eventos similares en nuestro país.
Hacemos una toma legal para recordar pasajes de nuestro andar en estos últimos 201 años.
Desde nuestra existencia como República del Perú (1821) se han dado golpes de Estado y gobiernos autoritarios, cada vez más distantes entre sí.
En los primeros años de la república (1821-1845) hubo disputas constantes por el poder entre diversos sectores y movimientos, que dieron como resultado 6 Constituciones Políticas, que varios de los 53 gobiernos de turno necesitaban.
Luego, los conocidos 4 hermanos Gutiérrez hicieron lo propio en la última semana del gobierno del presidente Balta (1872), quien fue asesinado, a fin de evitar la toma del elegido Prado, pero esta intentona fue firmemente rechazada y 3 de los golpistas asesinados y colgados en las torres de la Catedral de Lima.
El general Cáceres lideró rebeliones hasta que asumió el poder (1886-1890) y electo en 1894. No obstante, posteriormente fue rechazado y renunció. Fue entonces que Nicolás de Piérola encabezó una guerra civil, asumiendo el poder (1895).
Seguimos con el Oncenio de Leguía (1929-1930) “golpeado” por el general Sánchez Cerro quien llamó a inmediatas elecciones, siendo elegido presidente y luego asesinado en 1933.
El jurista Bustamante y Rivero dejó la presidencia ante el general Odría, quien fue elegido presidente en el denominado Ochenio (1948-1956).
El general Velasco depone a Belaunde e inicia el último gobierno dictatorial militar (1968-1975), que a su vez fue “golpeado” por el general Morales que permanecería 5 años (1975-1980).
Tenemos el muy creativo autogolpe de Fujimori (1992) que disolvió el Poder Legislativo, llamó a Congreso Constituyente y convocó a elecciones. Se dio la Constitución que tenemos vigente (1993), con la que fue reelecto (1990-2000).
Pasaron los años y luego de una vacancia presidencial por incapacidad moral permanente a Vizcarra, Merino asumió la presidencia interina de acuerdo a ley. Sin embargo, se consideró que era un gobierno de facto, siendo depuesto por movilizaciones populares en Lima y otras ciudades del país.
Y llegamos a la actualidad con un gobernante que pretendió imponerse y disolver al Poder Legislativo que estaba próximo a vacarlo. Afortunadamente, el Congreso, el Poder Judicial, el Tribunal Constitucional, el Ministerio Público, la Defensoría del Pueblo, la Contraloría, la Procuraduría, la Junta Nacional de Justicia, las Fuerzas Armadas, la PNP y otros organismos no secundaron este quiebre constitucional, declarándose la vacancia presidencial por permanente incapacidad moral.
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