La desconcertante arremetida rusa contra Ucrania
Tan solo hace muy pocos días, Rusia y Ucrania, llevaron adelante el intercambio de prisioneros en el marco de la guerra que los enfrenta desde hace más de 3 años, y hasta comenzaron a evaluar un modus operandi camino a una paz entre ambos países, y de pronto, Moscú decidió llevar adelante un bombardeo sobre territorio ucraniano de alrededor de 350 ataques, 300 drones y unos 50 misiles, lo que ha sido calificado de desconcertante por occidente, y el presidente estadounidense, Donald Trump, no ha dudado en adjetivar a Vladimir Putin diciendo que está “completamente loco”, al ordenar el mandatario ruso, la referida arremetida con alto impacto en la infraestructura pero sobre todo en vidas humanas que siguen perdiéndose (habrían muerto cerca de 12 personas en el reciente ataque). Mirando el conflicto, me atrevería a creer que las intenciones de Vladimir Putin apuntan a presionar o desestabilizar a Donald Trump, que llegó a afirmar desde los tiempos de la campaña electoral, que, una vez asumida la presidencia de su país, conseguiría la paz en solo 24 horas, lo que por supuesto no ha pasado. Putin da en el clavo de las vulnerabilidades del presidente Trump antes que en Ucrania misma y parece que busca darle una estocada políticamente mortal. Nada de lo que pasa en medio de la guerra es producto de la casualidad. Está claro que Rusia no desea servir el plato de la victoria a Trump que terminaría completamente empoderado internacionalmente. Putin se las sabe todas. La lectura del reciente bombardeo sobre Ucrania manda el mensaje de una Rusia que no va a tranzar, camino a conseguir un resultado geopolítico acorde a sus aspiraciones. El ataque moscovita, confirma, entonces, que para Putin el actor con el que deba conversar y/o negociar para un entendimiento definitivo es Donald Trump que decidió mantenerse un poco más atrás del caso, dejando que sus colaboradores lleven adelante el proceso de negociaciones. Parece que Putin solo estará dispuesto a aceptar la paz en una mesa de negociación en la que se produzca una participación activa del presidente Trump, y, seguramente, en la aceptación de su propuesta geopolítica. No es poca cosa lo que estarían pidiendo.
(*) Excanciller del Perú e Internacionalista
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