La desaparición de mujeres en contexto de violencia de género

La Defensoría del Pueblo informó sobre el incremento de la desaparición de mujeres con relación al año 2022, lo que definitivamente debe llamar la atención para fortalecer especialmente las tareas de prevención. En el primer semestre de este año se reportaron 2,889 notas de alerta de desaparición de mujeres; de las cuales el 43% corresponde a adultas y el 57% a niñas y adolescentes. Se advirtió que los lugares de mayor incidencia fueron Lima, La Libertad, Lambayeque, Junín, Arequipa (Reporte N° 41 – junio de 2023). De acuerdo con los compromisos internacionales, el Estado debe actuar con la debida diligencia ante la desaparición. Se deben realizar acciones de búsqueda dentro de las 24 horas de efectuada la denuncia, para lo cual se cuenta con el marco normativo que brinda el Decreto Legislativo N° 1248, norma que establece como lineamientos principales a la inmediatez, la cooperación institucional y con la comunidad, así como al uso de las nuevas tecnologías.

La nota de alerta y las diligencias de urgencia dependen de la Policía Nacional. A ella le corresponde apersonarse al lugar de los hechos, recoger indicios o evidencias (como las imágenes de videovigilancia), emplear técnicas de geolocalización. Es indispensable que no existan sesgos de género que puedan entorpecer o impedir investigaciones o acciones de búsqueda que son vitales, ante el peligro inminente de la comisión de delitos como feminicidio, violación sexual, trata, entre otras fórmulas delictivas que afectan especialmente a la mujer por su condición de tal.

La nota de alerta es fundamental, puesto que contiene información y la fotografía de la desaparecida que se difunde a través del Portal de personas desaparecidas (https://desaparecidosenperu.policia.gob.pe/Desaparecidos/alerta_todo_emergencia). Además, existe la nota de emergencia que se utiliza cuando la persona desaparecida es un niño, niña o adolescente. Su difusión cuenta con el apoyo de entidades públicas y privadas. La difusión alcanza a controles migratorios, puertos, aeropuertos, terminales terrestres, aduanas, establecimientos de salud, instituciones educativas, divisiones medicolegales, serenazgo, gerencias de seguridad municipal, entre otros.

Se puede observar que, una vez producida la desaparición, las acciones de difusión, búsqueda y cooperación pública y privada son fundamentales; y, el uso de los medios de comunicación masiva puede ser clave para la ubicación de la persona. La Defensoría del Pueblo ha advertido de la necesidad de mejorar algunos aspectos como evitar la duplicidad de registros, el optimizar el llenado de las notas de alerta y de emergencia, el adoptar medidas que permitan superar los problemas de difusión en zonas rurales por las limitaciones de acceso al internet (aquí es fundamental el uso de medios de comunicación tradicionales como la prensa y los programas de radio y televisión).

Se advierte que los esfuerzos realizados no son suficientes y que para poder combatir este problema no solo se requiere la reacción inmediata de las autoridades; sino también, la efectiva difusión de las notas de alerta o de emergencia con el mayor alcance posible, para lo cual la ciudadanía puede convertirse en protagonista a través de la difusión, especialmente en redes sociales.

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