La democracia sobrevalorada
Mi amigo de toda una vida, Aldo Mariátegui, era genial e irónico desde chiquito, no en vano dio en el clavo al bautizar al electorado peruano como “electarado”. Algo similar diría Juan Bautista Alberdi, autor intelectual de la Constitución argentina de 1853 y considerado uno de los libre pensadores más influyentes del siglo diecinueve y el máximo representante del liberalismo hispanoamericano.
Para Alberdi “La ignorancia no discierne, busca un tribuno y toma un tirano. La miseria no delibera, se vende. Alejar el sufragio de manos de la ignorancia y de la indigencia es asegurar la pureza y acierto de su ejercicio. Algunos dirán que es antidemocrático pero la democracia, tal como ha sido ejercida hasta ahora nos ha llevado a este triste destino”.
El hecho de que los únicos requisitos para votar sea tener DNI y haber cumplido 18 años es parte del grave problema que se vive en el Perú y en buena parte de ‘Zurdamérica’, porque las mayorías ejercen un voto desinformado y cargado de odio. La juventud más afortunada es también la más ignorante, prejuiciosa, incoherente y frágil que se ha visto por estas tierras.
Estas son las jovencitas que chillan indignadas por las mal llamadas “esterilizaciones forzadas” (que no matan a nadie), mientras promueven el aborto y ese asesinato llamado ‘eutanasia’. En ese orden de ideas como dijo Frank Underwood, personaje principal de la extraordinaria serie House of cards “la democracia está sobrevalorada”. Y quizá sea cierto.
El abogado, escritor y político argentinos Jorge Simonetti, sostiene que “Sin ciudadanos educados e informados, la democracia se vuelve un sistema bobo (porque) el insumo principal de la democracia es la sociedad, la gente, los votantes, el pueblo”, como diría Mariategui el “electarado”. No puede pues haber una democracia eficiente con una sociedad mayoritariamente ignorante y disminuida por los propios errores de la democracia embobada.
Los últimos presidentes no hicieron más que profundizar la miseria y la desnutrición. Hoy, más que nunca, las gestantes pobres están mal nutridas y anémicas, no tienen acceso a vitaminas ni a las proteínas y oligoelementos básicos para la adecuada formación cerebral del niño que espera. Un hijo de la pobreza sufrirá de anemia; de hecho 3 de cada 4 niños peruanos la padecen (agradezcanle esa desgracia a Vizcarra y Sagasti).
La anemia en niños menores de tres años afecta negativamente el desarrollo psicomotor y, pese a superarla, sufrirán desempeño cognitivo, social y emocional disminuido. En las pruebas PISA, el Perú ocupa los últimos lugares, superando solo a Bolivia y a Haití. PISA mide el desempeño lógico matemático y la comprensión lectora de escolares de colegios públicos y privados. Las personas bien informadas son los mejores controles que puede tener el sistema democrático.
Así, las elecciones son una formalidad para que el “electarado” sienta que su voz se escucha. El gran reto para sostener y robustecer una democracia liberal moderna eficiente es erradicar todo aquello que embrutece; desde la malnutrición hasta las drogas pasando por las mulas que se llaman profesores.
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