La demagógica ineptocracia
No hay mejor descripción de Martín Vizcarra que la ofrecida por el constitucionalista Domingo García Belaunde: “Tenemos un presidente que no tiene sentido de la realidad o que cae en el ridículo”.
Efectivamente, no se entiende cómo, en plena austeridad nacional, ordena la remodelación de la cocina palaciega por valor de un millón 274 mil soles. ¡De ese total 111 mil soles son para menaje! Y conste que casi un mes después de que Vizcarra asumiera la presidencia, el primer ministro Villanueva juró que desde la PCM no realizaría ninguna remodelación.
Pero el derroche no es tan solo ese. Vizcarra, en su borrachera demagógica anuncia para este año la construcción de 80 hospitales y la mejora de infraestructura de 60 mil colegios; es decir que debería entregar 164 por día, incluidos sábados, domingos y feriados. ¡Imposible!
Sigue la mentira: mientras Vizcarra dice que el 2018 fue el año de la mayor inversión pública de la historia, Contraloría informa que existen más de 1,000 obras públicas paralizadas, por valor de 16 mil millones de soles. Además, la reconstrucción del norte está semiparalizada y no se han tomado medidas para el próximo friaje que le costó la vida a unos 800 peruanos el año pasado. Encima, la ONP sigue gastando absurdamente casi once millones de soles anuales en juicios contra los jubilados que perciben sueldos de miseria.
Más: el demagogo acaba de ofrecer aumento de sueldo a los alcaldes, regidores, gobernadores regionales y otros, pero el presidente de la Asociación de Municipalidades le ha contestado con valor: “No hay que ser populistas". La consecuencia: habrá avalancha de pedidos de aumentos de los maestros, médicos, enfermeras, trabajadores del Estado y sindicatos.
Vizcarra ofreció en CADE 2018 reforzar la lucha contra la corrupción y una política de competitividad impulsada por el Ejecutivo que permita un crecimiento mayor al 5 % de la economía. Pura demagogia, en la práctica se le acaba de entregar obras por mil millones de soles a las empresas del Club de la Construcción, Odebrecht y Graña incluidas.
Propuestas de recuperación hay varias y sólidas, por ejemplo las del economista Elmer Cuba de Macroconsult y la del futuro presidente de Adex Alfonso Velásquez, pero no hay voluntad política para gobernar con decencia y eficacia. Por eso, por sus reiteradas mentiras y por todos los visos de corrupción propia, Vizcarra no debe seguir en la presidencia, su vacancia se torna imperativa.