La corrupta élite política peruana
De los que depende nos libremos de este gobierno corrupto, están sometidos a los mandatos de una corrupta élite de delincuentes disfrazados de políticos. Los congresistas de todos los partidos (sin exclusión alguna) votan en consonancia de sus propios intereses, pero, sobre todo, el de sus patrones. Esta élite, no lo es por méritos académicos, ni por dotes de liderazgo, por brillante retórica ni elocuencia, menos por gracia ni belleza de las cuales realmente resultaron desfavorecidos malamente por el destino. Es decir, son élites sin gracia ni virtudes, forjadas en los crisoles de la delincuencia, de la baja calaña. Quijotes, nuestra política, sin duda alguna, está en la peor expresión de su historia.
Me sorprendo al escuchar en los medios masivos de comunicación, la publicidad gratis a favor del delincuente asesino Humala, del cual se plantea ya el escenario de su posible candidatura presidencial. Vacado Castillo, ¿podemos caer más bajo? Pues claro que sí; es más, el juego por el Poder ya se inició. Si no, por qué Virgilio Acuña DESPRENDIDAMENTE habría pagado importante suma de dinero para saldar la deuda del asesino de policías. Pero, ¿de quién creen que realmente fue ese DINERO COMO CANCHA? ¿Por qué lo habría hecho? Pues para estar de lado del que considera tiene posibilidad de ganar el Poder; lo mismo que hace al blindar a Castillo.
Los partidos políticos nacionales y los movimientos regionales son, en su mayoría, cueva de ladrones corruptos. Siendo así, qué clase de candidatos creemos postularán para una nueva elección presidencial, para una elección congresal. Qué tipo de escoria de candidatos escogieron los dueños de APP, Podemos, Somos Perú, JPP, Fuerza Popular, AP y todos los movimientos regionales para candidatear en las próximas elecciones subnacionales; pues a lo peor de cada localidad, ya que sólo un delincuente podría estar bajo las órdenes de otro, aun cuando se trate de un elemental Acuña, Fujimori, Luna y cuantos más descerebrados ladinos personajes.
Sabemos que Castillo nunca más volverá a postular a cargo alguno, no sólo por que vegetará en la cárcel por muchos años, sino porque ni su esposa ni su cuñada hija realmente votaría por él. En el caso de Luna, Acuña, Vizcarra y demás engendros políticos, necesariamente optarán por heredar la postulación presidencial a su primogénito, tal como ocurre en la mayoría de los distritos periféricos de Lima. En el caso de la Sra. K, posiblemente volverá a postular a perdedora. Entonces, en nuestro amado Perú, de no mediar una profunda reforma en el sistema de partidos, en el sistema electoral, todo seguirá igual o peor.
Hermanos peruanos, así, mientras se está concretando la salida de Castillo, debemos avanzar con el surgimiento de nuevos partidos y jóvenes políticos a nivel nacional.
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