La 'coalición vizcarrista' revive
En el gobierno de Martin Vizcarra el entonces analista político Fernando Rospigliosi acuñó la frase “coalición Vizcarrista” para definir a los distintos frentes que no solo sostenían sino hacían que Vizcarra mantuviera una hegemonía clara y altos niveles de aprobación. Naturalmente a los aliados políticos abiertos o reservados como César Villanueva o Daniel Salaverry se sumaban sectores empresariales, elementos del sistema de justicia -que tenía copado- tecnócratas, elementos del sector militar y policial, articuladores de oenegés, entre otros. Al parecer el combustible o el cemento que mantenía unida a esta gente era garantizar la impunidad de las mega constructoras brasileñas, en especial Odebrecht. Era una alianza muy poderosa. La caída del “lagarto” fue más por soberbia ante el Parlamento que por otra cosa. Fue depuesto por 105 votos ante su temeridad y torpeza..
En el sistema de justicia destacaban en esta coalición sin duda los fiscales supremos Pablo Sánchez y Zoraida Ávalos, pero además los fiscales Lava Jato Vela y Pérez. Pero también una mayoría de 4 miembros del Tribunal Constitucional y también una influencia importante en el Poder Judicial, recordemos que un titular del PJ de esos años tenií una relación familiar con una persona que ocupaba un ministerio.
Martín Vizcarra tenía pendientes con la justicia activos de su paso por la gobernación regional de Moquegua, pero además el escándalo de Chinchero, la vacunación a escondidas, su política sanitaria genocida, corrupción en el gobierno nacional, etc. El fiscal que veía sus temas decía que solo esperaba que Vizcarra salga del poder para acusarlo. Han pasado 5 años y la impunidad es evidente. Ésto consolidado estos días con el retorno -recibida con flores y globos- de Zoraida Ávalos, que aunque provisional, es una demostración de poder bastante vulgar en el Ministerio Público. Y también tiene una mayoría en la JNJ. Pienso que por ello aún no le sucede nada.
Es claro que la batalla campal que se libraba estos meses en el Ministerio era entre Pablo Sánchez- aliado suyo- y Patricia Benavides. El asunto ahora es que el sector ganador -Sánchez- quiere hacer sentir su victoria. Por ello, con ese poder y la inmensa influencia que ejerce Sánchez ha logrado que el caso “pruebas rápidas” no llegue a acusación, ya que el Fiscal de la Nación interino Villena ha archivado el caso. Villena actúa expedito con Boluarte pero es indulgente con Vizcarra. Y es porque es una marioneta de Sánchez, quién busca salvar a su aliado, al lider de ésta coalición de la impunidad.
Ante ésto y el dominio que han retomado en el MP y el que aún tienen en la JNJ podemos decir que la colación vizcarrista, que busca instalarlo en Palacio de Gobierno nuevamente a pesar de las inhabilitaciones, quiere revivir. ¿Los otros sectores que la integraban en el pasado se sumarán? La única manera de frenar de que en éste intento de retomar su poder no se comentan tantos destrozos es realizar un nuevo concurso para una nueva junta de fiscales supremos. Ello tendría que hacerlo una comisión de emergencia que reemplace a la JNJ. Esa justamente es la discusión de estos días en el Congreso. Veamos si se logran los 87 votos.
Nunca olvidar que gracias a Vizcarra fallecieron decenas de miles de peruanos que no hubieran partido sino hubiera tomado esas decisiones tan absurdas. Tampoco olvidaremos que fue un golpista que cerró el Congreso.
Los apristas no olvidaremos tampoco que él es el responsable de la muerte del presidente Alan García.
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