La biología del odio de Angélica Motta
Complicado, por decir lo menos, es que un hombre formado bajo las valoraciones del machismo tenga un exitoso proceso de deconstrucción y, más aún, no haga uso de los beneficios que le prodigan el patriarcado. Quienes rodeamos los cuarenta años (o más) tuvimos esa formación en casa, en el colegio y, además, fue fortalecida por los medios de comunicación que consolidaban los estereotipos. Las historias de “amor verdadero”, galanes de la tele y mujeres trofeo eran difundidos en cine, novelas y música, y solo con algunas críticas apenas audibles. A pesar de esto, quiero pensar que estos pocos cuestionamientos nos permitieron ser menos clasistas, menos racistas, menos sexistas, menos machistas que nuestros padres y abuelos. Sin embargo, aún estamos muy lejos de lograr el cambio que elimine la violencia, prejuicios y desigualdad.
Más allá de si estamos de acuerdo con los movimientos feministas, es innegable su protagonismo e influencia en el debate social, no solo aquí, sino en todo el mundo. Conocerlo, escucharlo o apoyarlo en alguno de sus extremos resulta ser casi un deber moral y, sin duda, una obligación intelectual. En ese sentido, «La biología del odio» (La siniestra ensayos, 2019) de Angélica Motta es una valiosa publicación. Este libro reúne 17 artículos publicados por Motta en diversas plataformas, de 2015 a 2019. En ellos desarrolla una serie de diálogos con intelectuales feministas, como cuando discute la posición de la antropóloga mejicana Marta Lamas sobre el tema de las denuncias falsas y acoso; así también, la entrevista a Gahela Tseneg, que nos permite acercarnos a la comunidad trans.
Estos dos artículos son de los más interesantes, pero también trabaja temas de masculinidad y privilegios sociales. Así, «La biología del odio» se preocupa por la diversidad y los tipos de violencia de la que son víctimas ciudadanos y ciudadanas que han sido marginados por la sociedad y ridiculizados por años, a través de los medios de comunicación. Trabajo notable el de Motta, nutritivo para el debate y un excelente camino para entender estas luchas.