La Asociación Minera de San Cristóbal: Cesión de Uso, Formalización y Apoyo Estatal
Hace unos días, tuve el honor de visitar la Asociación Minera de San Cristóbal, ubicada a dos horas de Chuquibamba, provincia de Condesuyos, región de Arequipa, acompañado por el secretario regional del APRA, Jorge Chirinos, y la representante del buró nacional de organización, Marlene Gutiérrez. Juntos, pudimos conocer de cerca la realidad de esta asociación minera y conversar con sus líderes.
Durante nuestra visita, tuvimos la oportunidad de saludar y conversar con René Quispe, presidente de la Asociación Minera de San Cristóbal, y con Víctor Guerra, dirigente social local, a quien le dije “primo” en broma pues apellida igual que mi novia Jennifer Guerra, quien también estuvo presente. René y Víctor nos compartieron sus experiencias, desafíos y esperanzas para el futuro de la pequeña minería en la región.
Cabe destacar que en la comunidad de San Cristóbal reina la paz y está prohibida la venta y consumo de alcohol, lo que refleja la vocación por el orden y la responsabilidad de sus miembros.
La asociación es un ejemplo destacado de dedicación y ética en la pequeña minería peruana, pero enfrenta desafíos significativos que requieren la atención del Estado. El principal problema que enfrenta la asociación es la falta de una cesión de uso formal por parte de la comunidad, que les permita solicitar servicios básicos al Estado, como agua potable y saneamiento. Incluso hay una escuela que cuenta con alumnos y buenos profesores, como Carlos Ninasivincha, pero no tiene electricidad ni agua.
La pequeña minería en Perú necesita créditos y maquinaria para mejorar su producción y competitividad. El Estado puede jugar un papel crucial en la importación de maquinaria y tecnología que ayude a los mineros a aumentar su eficiencia y reducir su impacto ambiental. Además, la instalación de plantas procesadoras ecológicas en provincias mineras estratégicas puede ayudar a reducir la contaminación y mejorar la calidad de vida de las comunidades locales. Éstas podrían importarse de China, por ejemplo.
El Estado debe además impulsar la creación de institutos tecnológicos mineros que capaciten a la gente para el uso de maquinaria moderna en el tema extractivo, así como en cuestiones como orfebrería, para generar valor agregado y mejorar la competitividad de la pequeña minería peruana.
La formalización de la pequeña minería es fundamental para el desarrollo económico, ambientalmente cuidadoso y social del país. Son 600 mil familias. La asociación de San Cristóbal es un ejemplo de cómo los mineros pueden organizarse y trabajar de manera responsable, pero necesitan el apoyo del Estado para mejorar su nivel de vida.
En conclusión, nuestra visita a la Asociación Minera de San Cristóbal es el inicio de un recorrido nacional para construir la agenda social nacional como parte de la tarea del APRA de cara a las elecciones de 2026. Estamos comprometidos en escuchar y apoyar a las comunidades mineras y artesanales de todo el país, para mejorar su calidad de vida y contribuir al desarrollo económico, ambientalmente cuidadoso y social del Perú. También a los pequeños productores agrícolas, a los pescadores artesanales, a las MiPYMES, etc. Jorge Chirinos volverá en estos días y yo estaré en San Cristóbal en su asamblea el 4 de octubre.
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