La angustia ciudadana y la política

Para tener una idea clara de lo que tratan estas líneas voy a hacer referencia a un caso que ocurrió cuando era regidor del distrito de Miraflores. Un día, me encuentro que el municipio estaba lleno de vecinos angustiados. Averiguo lo que pasaba y me hicieron saber que la municipalidad estaba haciendo una campaña para cobrar los impuestos municipales atrasados.

Como había tanta gente angustiada empecé a indagar y la respuesta de muchos era que estaban nerviosos porque, estando al día, habían sido notificados que debían, unos me enseñaban sus recibos y otros, los más angustiados, me enseñaban algunos comprobantes viejos haciéndome saber que se les había perdido muchas constancias de pago.

Al ver que había muchos, que estando al día fueron notificados, indagué con más profundidad para ver lo que estaba pasando y fui informado que como el municipio no tenía sus cuentas en orden, la manera más fácil para actualizarlas era comunicar a todos los vecinos que no habían pagado obligándolos así a ir con sus recibos para probar si lo habían hecho.

Cuando dije que el sistema era injusto y además perverso con los vecinos porque muchos no tenían la organización para guardar recibos viejos, algunos funcionarios, viendo la angustia que habían causado en muchos vecinos me dieron la razón, pero otros justificaron la acción diciendo que no había otra forma de poner en orden los archivos municipales.

Es claro que, por su naturaleza, algunas disposiciones crean angustia en los ciudadanos, pero hay otras que lo hacen innecesariamente, son estas las que se pueden evitar. Para lograrlo, los políticos, periodistas y funcionarios públicos, necesariamente tienen que tener presente que es perverso angustiar innecesariamente a los ciudadanos.

Prueba de que los políticos y los medios de comunicación no piensan en la angustia de los ciudadanos es que rara vez la mencionan y menos se comprometen a tener siempre presente que no se debe innecesariamente angustiar a los ciudadanos. Los medios de comunicación deben informar, aunque causen angustia, pero sin condicionales como el “habrían” que usan para informar sin estar seguros de la veracidad de lo que dicen.

La Economía de Mercado trata de atraer las inversiones para permitir que el Estado aumente la recaudación de impuestos de manera que estos logren ser más competitivos local e internacionalmente. Una de las formas para conseguirlo es hacer que todos los peruanos tengan acceso a la salud, educación, justicia, y tener un Estado eficiente. La angustia genera angustia.

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