La Agenda Social y la vuelta del Apra

Una buena noticia para la democracia en el Perú es la inminente inscripción del Partido de Haya de la Torre. El ROP ha publicado la “síntesis” en el Diario Oficial El Peruano, en donde da cuenta de que el PAP ha cumplido todos los requisitos para lograr su inscripción. El periodo de tachas vencerá en las próximas horas. De no presentarse tachas el Apra habrá vuelto a la legalidad luego de dos años de dolorosa ausencia para quienes profesamos esta fe política y casi 4 años del Parlamento nacional. Y pienso que dolorosa para el país también pues estoy convencido de que si hubiésemos participado en 2021 el resultado de la contienda hubiese sido distinto. Faltó nuestra prédica y nuestros líderes gremiales, territoriales, nuestra experiencia en las urnas. Quizás con la estrella en la cédula no hubiéramos llegado al desastre de un Castillo en el poder.

El mérito de haber conseguido estos 71 comités provinciales y los casi 50 mil inscritos es de los militantes y su fe, de los dirigentes distritales, provinciales y regionales y a los dirigentes nacionales ejecutivos a cargo del proceso: a César Trelles, el presidente del PAP, Belén García, secretaria general institucional, Enrique Melgar, secretario nacional de Organización, José Pimentel, personero legal, y a Pedro Panta, presidente del Tribunal Nacional Electoral. Estoy seguro de que este tremendo despliegue será un hito histórico de mucha recordación en el futuro. Es el renacer de la estrella.

Ahora la tarea es el relanzamiento y modernización y sobre todo la articulación de un mensaje popular y social. Un mensaje de radicalización de la democracia y de la participación del pueblo en la construcción de su futuro y de sus obras, un planteamiento que eleve el volumen de nuestra propuesta de democracia social y diluya la asociación dañina con el statu quo. En tiempos en los que la izquierda marxista radical dice proponer cambios, que no son más que demagogia que no solucionan los problemas de la gente y en los que la derecha quiere convencer a las mayorías que todo está muy bien y no hay que cambiar nada, debemos plantear la agenda social ausente en el debate público. Aquella que esperan los pequeños productores del campo, aquella que esperan los jóvenes en búsqueda de educación de calidad y de empleo, la que añoran las mypes agobiadas por la usura y perseguidas por el Estado, la que esperan las familias que tienen que pagar verdaderos abusos en los medicamentos. Aquella que no ven los jubilados, los adultos mayores, el magisterio, las mujeres, los que padecen la falta de atención primaria en la salud pública. Esa agenda social a la que temen los radicales pues saben que es un freno a su prédica de violencia. Esa misma agenda que no le gusta escuchar a la derecha, más preocupada por defender a los oligopolios que por generar auténtica competencia.

Hace unos días en un programa radial hice una pregunta a los escuchas. Hoy la repito para los lectores de Diario EXPRESO: ¿Les parece que el Perú está mejor desde que el Apra está fuera de escena? Haga, querido lector, un acto de conciencia.