La Agenda Social del Apra
Esta suerte de empate catastrófico entre un Ejecutivo sin ninguna capacidad de gobernar y nadando en escándalos de corrupción y un Parlamento infiltrado de elementos que negocian y se hipotecan al primero, como “los niños de Acción Popular”, parece que no tendría una resolución temprana. Salvo una colaboración eficaz de Bruno Pacheco que incrimine directamente a Castillo no aparecen elementos que nos lleven a pensar de que sea posible que una fuerza pueda dar cuenta de la otra en el corto plazo.
Y si ese escenario se proyecta a largo o mediano plazo tenemos que es mucho más viable que cierren el Legislativo a que vaquen al Presidente y esto porque finalmente el presupuesto lo tienen los ministerios, por tanto la posibilidad de generar redes clientelares que les permita manejar bolsones sociales que frenen un descenso mayor, mientras que el Congreso podría caer casi sin límite en el afecto ciudadano.
Un paquete legislativo de orden social entonces sería con seguridad lo que dictaría un buen manual de política táctica.
Sin embargo este Congreso tiene menos reflejos que el anterior y la posibilidad de generar ganchos sociales desde una agenda parlamentaria popular es una quimera. No aparecen ni las voces ni los temas en proyectos legislativos para pensar que algo se avanza en esta dimensión.
Desde el Apra creemos urgente empezar a debatir los temas que agobian a las mayorías nacionales y proponer algunas soluciones que se canalicen a través del Parlamento o en un improbable giro de los acontecimientos que el Gobierno pueda tomar. Es decir no agotar nuestra prédica en lo institucional sino construir alternativas a lo que se vive en el día a día.
Hablamos de exponer posiciones claras sobre ítems concretos que incidan en sectores sociales identificables o cuantificables, por ejemplo:
-Empoderamiento de la mujer, hoy más que nunca, en el marco de una administración misógina.
-Productores agrarios de menos de 5 hectáreas.
-Agua e infraestructura popular, que son más de 7 millones en el país los que no la tienen.
-Emprendedores sin posibilidad o estímulo para su formalización.
-Pescadores artesanales, hoy en abandono especialmente por el asunto Repsol.
-Pequeños mineros informales que no tienen posibilidad ni estímulo para su formalización y por tanto menor incidencia en el asunto de lesiones ambientales.
-Transporte menor y sus demandas.
-Familia Policial y Militar.
-Agenda social del Magisterio.
-Empleados públicos del sector salud.
Pero también una palabra sobre estos asuntos álgidos de los que se rehúyen:
-Política energética y costo del combustible.
-Costo de los medicamentos y abusos de laboratorios y clínicas.
-Abuso del crédito financiero.
-Pensiones, lo que implica revisar tanto AFP como ONP.
-Seguridad Social y una posición en cuanto al debate de unificación Minsa con EsSalud.
-Esquema para la viabilidad social de la gran minería con respeto ambiental.
-Salud Mental.
La oposición a Castillo debe empezar a expresarse desde lo social y debe contar con una estructuración y perspectiva regional y provinciana también; para todo ello el rol del Partido de Haya de la Torre y de Alan García es fundamental.
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