La agenda del elefante blanco
Mientras manipuladores conocidos alimentan los morbosos detalles del acoso sexual de Lescano a una periodista, está pasando piola la evaluación crítica del viaje de Vizcarra a España; sobre todo en torno a la aparente agenda secreta con empresarios en pleito con nuestro país.
El caso más sugerente es el del Proyecto de Modernización de la Refinería de Talara (PMRT) y la contratista Técnicas Reunidas.
El proyecto es un elefante blanco: la refinación de gasolina ya no es rentable en casi ninguna parte del mundo; sin embargo, se está construyendo una planta que llegaría a procesar hasta 95,000 barriles diarios de petróleo, cuando la producción nacional no llega a un tercio de ese potencial, con lo cual al final se atendería más al Ecuador que a nuestro mercado.
Cuando Humala inició el PMRT se calculó que costaría US$ 1,300 millones. Hoy se estima que la inversión total llegaría hasta 7,000 millones; y la obra no se terminará en 2019 sino, con suerte, en 2022. El disparate se está pagando con combustibles sobrevaluados y bonos girados contra el patrimonio de Petroperú (PP), con aval del Estado, es decir más deuda externa.
Técnicas Reunidas (TR) está a cargo de la construcción de cuatro unidades de la planta, pero retrasa su trabajo so pretexto de reclamar ampliaciones contractuales equivalentes a 200 millones de dólares. En el camino ha dejado de pagar a la subcontratista electromecánica SSK; y según gatoencerrado.net “la demora en la entrega de la refinería conlleva a un sobrecosto que ascendería a US$ 724 millones”.
La disputa con PP no es objeto de arbitraje, sino que está en manos de un “experto” cuyo nombre no es público; y lo llamativo es que el propietario de TR, José Lladó, estuvo en le cena de gala ofrecida por los reyes a Vizcarra en Madrid, junto a los presidentes de empresas que también tienen intereses controversiales en el Perú, como Telefónica, Repsol, Abengoa, Naturgy y Enagás.
TR está sumida en profunda crisis de gestión y Bolsa. Su salvataje dependería en buena medida del fisco peruano y la “gratitud” de nuestro gobierno porque Lladó ayudó a Petroperú a endeudarse con la Compañía Española de Crédito a la Exportación por US$ 1,300 millones para financiar la nueva Refinería de Talara.
¿Ya se tranzó? Vizcarra debe aclarar esto: los contratos de empresas públicas no deben ser secretos, y además este caso amenaza con convertirse en el Odebrecht II.