¿Karelim coimeó a Castillo?

El pedido del procurador del Estado Daniel Soria para que se investigue por los delitos de patrocinio ilegal y tráfico de influencias a Pedro Castillo junto con su exsecretario Bruno Pacheco y la lobista Karelim López, es lo que corresponde.

Y es lo que la Fiscalía debió haber iniciado ya, de no estar comandada por Zoraida Ávalos, que hace tiempo superó con creces a Blanca Nélida Colán, la nefasta fiscal que Vladimiro Montesinos manipulaba para proteger a sus aliados y perseguir a sus enemigos. Con el agravante que hoy la Fiscalía tiene un poder inmenso, que no poseía en aquella época.

Actualmente, como se sabe, la Fiscalía está influida por ONG caviares que, ayudadas por ciertos estudios de abogados, direccionan las investigaciones y difunden interesada y sesgadamente la información de acuerdo a sus intereses políticos. El golpe decisivo lo dieron con la fundamental complicidad del Lagarto, que desbancó a Pedro Chávarry e instaló a la indescriptible Zoraida.

El escándalo de la guarida de Breña, revelado por Cuarto Poder, sigue sumido en la bruma. Castillo no ha entregado, como pidió la procuraduría, la relación de visitantes. Mirtha Vásquez mintió cuando dijo que se había enviado. A estas alturas nadie cree que esa lista –la verdadera- vaya a ser proporcionada por Castillo.

La versión de que Karelim habría confesado haber entregado una coima a Castillo a través de su secretario es, por supuesto, verosímil, aunque ella, con nuevo abogado, la haya negado.
Lo cierto es que estando Castillo en el gobierno y manejando, a pesar de su incompetencia, los resortes del poder y con Zoraida en la Fiscalía, es casi imposible que las investigaciones avancen como deberían prosperar con un sistema judicial independiente y eficaz.

El ejemplo de los Dinámicos del Centro no deja dudas. La Fiscalía retrasó la intervención hasta después de las elecciones para no perjudicarlos, luego pidió prisión preventiva para un número reducido de ellos –solo cinco- a los que el Gobierno dejó fugar con toda desfachatez.

En suma, no hay manera de que el sistema judicial haga su trabajo imparcialmente mientras esté dominado por caviares y sometido al poder.

En otro plano, la aprobación de una ley –todavía no promulgada- que refuerza la inviabilidad de convocar una asamblea constituyente, salvo con la anuencia del Congreso, es un golpe a las ilusiones comunistas. Es prácticamente imposible que el actual Parlamento se suicide permitiendo la constituyente.

Pero a la vez, aumenta el peligro de un cierre ilegal e inconstitucional del Congreso. Los comunistas en el poder saben que no pueden gobernar en democracia. Y también conocen que es posible disolver el Congreso ilegalmente, como hizo el Lagarto en setiembre de 2019, con el apoyo de caviares y medios de comunicación.

Lo que necesitan es la fuerza y para eso es indispensable el control político de las FFAA y la PNP, tarea en la cual ya han dado pasos significativos.

Así, el tiempo se acaba. La necesidad de echarlos del gobierno es urgente.

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter e Instagram, y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.