Juego y pasión

Si quisiera, y lo quiso, poner en palabras lo que es para él pintar, sin mucha búsqueda, con rapidez y decisión las encuentra y suelta. Son pocas y siendo pocas, muy pocas, pueden de manera precisa dar la imagen y definición del acto y oficio que le es indispensable en su cotidiano y grato vivir. Oficio que para él es esa relación de entregar y recibir. Apasionada relación con las formas y color que con rápidas y sueltas brochadas, toques con detalle y una guaragua cubren el soporte elegido y expresan, comunican una idea, un proyecto, un sentimiento. Este es el eje que da giro a su cotidiana tarea, pintar…

¿Y cuáles son para Pedro D’Onofrio Dibos esas pocas, muy pocas palabras tan justas y precisas, resumen y totalidad de su ser pintor? Estas, “juego, amor, pasión”. Y le sale el napolitano peruano en la emoción del mostrarse en los recuerdos que dejan al descubierto su niñez, el juego, la familia, los abuelos, el padre. Y en todos ellos, señala, está la raíz de su “juego, amor, pasión”, su disfrute, regocijo con la pintura. Nueva muestra de ello nos la da con “Colores en tiempos de cólera”. Exposición inaugurada el jueves pasado y va hasta el 11 de noviembre en la galería Índigo, San Isidro.

Son quince piezas de distinto formato y técnica; acrílico, óleo pastel, mixtas y carboncillo, reunidas en dos conjuntos. Uno, marcado por la cólera, en el que ha puesto su comentario y respuesta a la fuerza joven que se levanta para expresarse y “convertir, la impotencia y rabia de ver el maltrato de la patria, en su mejor herramienta para defenderla y no verla desangrarse más”. Y colores, con el picaflor o colibrí, símbolo de paz y amor. Los colores remiten a los textiles tradicionales de nuestra sierra. Los picaflores, como dice Jacques Bartra, “nos invitan a volar en la introspección y conectarnos con las energías profundas de la naturaleza y las incógnitas de la existencia humana”.

Conversar con Pedro es conocer la importancia de la influencia de Sérvulo Gutiérrez presente en su trabajo. La tiene en la energía, la manejada explosión del color y esa libertad en el jugar. El gran pintor iqueño fue amigo y protegido por Luis D’Onofrio, su abuelo. También marcan influencia su padre, pintor, y su madre Rina Dibos, promotora cultural que apoya Cultura Segura y la obra social de Cáritas con Live in Levis.

Pedro D’Onofrio Dibos, después de estudiar diseño gráfico en la Toulusse Lautrec, recibió formación en la Academia Albertina de Bellas Artes de Turín, egresó el 2013 con notas sobresalientes y Laurea universitaria. Hoy es profesor en el Colegio Leonardo Da Vinci.

Tiene un interesante historial con más de diez exposiciones individuales y colectivas presentadas en Italia y Perú. La primera, “Marcha de la Creatividad”, 2007 en la galería PAD 14, Turín. “Colores en tiempo de cólera”, es la segunda que acoge Índigo. Sus trabajos figuran en conocidas colecciones privadas en Italia, España y Perú.

Conversar con Pedro fue una buena manera de acercarme a su mundo de expresión, comunicación y palabra abierta.

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter e Instagram, y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.