Joint Ventures y Zonas Económicas Especiales de China
En los últimos 40 años, China ha logrado un crecimiento económico excepcional, un “milagro” de desarrollo sin precedentes en la historia. Desde la implementación de sus reformas y la política de Puertas Abiertas en 1978, el producto interno bruto (PIB) de China ha crecido a una tasa anual promedio superior al 8 %. En 2010, superó a Japón y se convirtió en la segunda economía más grande del mundo. Actualmente, va en camino de desplazar a los EE. UU., aunque en los últimos años ha enfrentado problemas en el sector inmobiliario y ha intensificado la intervención estatal, especialmente en el sector bancario.
Las joint ventures (empresas conjuntas de colaboración empresarial) en las Zonas Económicas Especiales (ZEE) de China han desempeñado un papel fundamental en la transformación económica del país y su integración en la economía mundial. Estas asociaciones entre empresas extranjeras y chinas combinan conocimiento del mercado local y experiencia internacional, lo que genera una relación sinérgica que fomenta el crecimiento y la innovación. Los requisitos mínimos de participación en el capital y el porcentaje de productos vendidos en el extranjero en comparación con el mercado nacional son elementos clave que han impulsado su éxito. En este análisis, exploramos la relevancia de la experiencia de China en vista de la proyectada Zona Económica Especial en el megapuerto de Chancay.
Las ZEE de China se establecieron por primera vez a finales de la década de 1970 y principios de la de 1980 como parte de la política de “reforma y apertura” del país, impulsada por Deng Xiaoping. Las ZEE son regiones con regulaciones económicas especiales, diseñadas para atraer inversión extranjera e impulsar la actividad económica. Las zonas iniciales, como Shenzhen, Zhuhai y Xiamen, se han convertido en centros dinámicos de innovación y comercio internacional.
Las joint ventures en las ZEE son acuerdos de colaboración en los que inversionistas extranjeros y socios chinos comparten la propiedad, los riesgos y las ganancias. Estas empresas se benefician de políticas favorables e infraestructura avanzada en las ZEE, como incentivos fiscales, procesos administrativos simplificados y acceso a los mercados internacionales.
Un aspecto crucial de las joint ventures en China, incluidas las de las zonas económicas especiales, es el requisito de capital social mínimo. De acuerdo con la ley china, un inversor extranjero debe poseer al menos el 25 % de la participación en el capital de una empresa conjunta. Este umbral garantiza que los socios extranjeros tengan una influencia y un control significativos en la empresa, promoviendo una asociación equilibrada.

Otro factor crítico que influye en la dinámica de las empresas conjuntas en las ZEE es el equilibrio entre los productos vendidos en el extranjero y los comercializados en el país. El porcentaje de productos destinados a la exportación en comparación con el mercado interno puede afectar significativamente la estrategia y las operaciones de la empresa.
Muchas empresas conjuntas en ZEE están orientadas a la exportación, aprovechando las ventajas competitivas de China en fabricación y logística para servir a los mercados mundiales. Las ZEE ofrecen un entorno ideal para este tipo de empresas, con infraestructura avanzada, proximidad a los principales puertos y políticas comerciales preferenciales. Estas empresas conjuntas se benefician de aranceles reducidos, desgravaciones de impuestos a la exportación y procedimientos aduaneros simplificados, lo que facilita su competitividad en los mercados internacionales.
Por otro lado, algunas empresas conjuntas priorizan el mercado interno, aprovechando la vasta y creciente base de consumidores de China. El poder adquisitivo de los consumidores chinos y la rápida urbanización del país crean oportunidades sustanciales para las empresas que se dirigen al mercado interno. Para estas empresas conjuntas, comprender las preferencias de los consumidores locales, los matices culturales y los requisitos regulatorios es crucial para el éxito.
Las empresas conjuntas exitosas han adoptado un enfoque híbrido, equilibrando su enfoque entre los mercados nacionales y de exportación. Esta estrategia les permite mitigar los riesgos asociados a las fluctuaciones del mercado y aprovechar las oportunidades en ambos ámbitos. Por ejemplo, una empresa conjunta puede destinar una parte de su producción a la exportación y el resto a satisfacer la demanda interna, diversificando así sus fuentes de ingresos.
Los cinco factores que contribuyen al éxito de las empresas conjuntas en las ZEE son: (i) elección del socio adecuado; (ii) cumplimiento normativo; (iii) comprensión cultural; (iv) integración tecnológica; y (v) adaptación al mercado.
La elección del socio adecuado es primordial. Las empresas conjuntas exitosas generalmente involucran socios con fortalezas complementarias que facilitan la transferencia de conocimientos, el intercambio de recursos y la innovación.
El cumplimiento de las leyes, regulaciones y estándares de la industria locales es esencial para operaciones sin problemas. Las empresas conjuntas en ZEE se benefician de las políticas preferenciales y los servicios de apoyo ofrecidos por los gobiernos locales, lo que puede ayudar a agilizar el cumplimiento de la normativa.
La sensibilidad cultural y la comunicación efectiva son cruciales para generar confianza, fomentar la colaboración y ayudar a cerrar brechas y resolver conflictos, asegurando una relación de trabajo armoniosa.
El aprovechamiento de la tecnología y la innovación es un factor clave del éxito de las empresas conjuntas en ZEE. Mediante la integración de tecnologías avanzadas y la adopción de las mejores prácticas de ambos socios, las empresas conjuntas pueden mejorar su ventaja competitiva e impulsar el crecimiento.
Adaptarse a la dinámica del mercado y a las preferencias de los consumidores es vital. Las empresas conjuntas que pueden responder rápidamente a los cambios en la demanda del mercado, el comportamiento de los consumidores y las tendencias de la industria están mejor posicionadas para el éxito.
Las empresas conjuntas en las Zonas Económicas Especiales de China representan un poderoso mecanismo para impulsar el crecimiento económico y fomentar la colaboración internacional. Al cumplir con los requisitos mínimos de capital compartido, equilibrar estratégicamente el enfoque en las exportaciones y el mercado interno, y aprovechar las ventajas únicas de las ZEE, estas asociaciones han logrado un éxito notable.
¿Cuál es la relevancia de la experiencia china para el megapuerto de Chancay?
El establecimiento de una ZEE en la zona de influencia del megapuerto de Chancay ofrecería una oportunidad única para aprovechar la experiencia china. La participación del Estado no debe limitarse a la provisión de infraestructura adecuada (vías de acceso y fuentes de energía) o a la facilitación de mano de obra calificada, sino también a la promoción de joint ventures y clústeres de integración tecnológica alrededor de la ZEE. Esto posibilitaría, como ocurrió en China, el crecimiento económico, la innovación tecnológica, la generación de empleo formal, el aumento de las exportaciones no tradicionales y la plena integración en el comercio internacional.
Nuestras autoridades tienen la palabra.
(El contenido de esta columna se puede consultar en http://www.prediceperu.com.)
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