ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

Jaime Delgado Aparicio: El genio que revolucionó la música peruana

Imagen
Fecha Publicación: 14/07/2025 - 21:10
Escucha esta nota

En la historia de la música peruana, pocos nombres tienen el peso y la trascendencia de Jaime Delgado Aparicio. Pianista, arreglista y director de orquesta, Jaime fue mucho más que un músico talentoso: fue un visionario que, durante la década de 1970, transformó por completo la manera de entender y hacer música en el país.
Su legado comenzó a forjarse cuando, luego de estudiar en los Estados Unidos durante los años 60, regresó al Perú cargado de nuevas ideas. Trajo consigo las armonías, los ritmos, las técnicas y los efectos que ya marcaban tendencia en Europa y Norteamérica. Y no se los guardó. Todo lo contrario: los compartió con un grupo selecto de músicos peruanos que, bajo su tutela, absorbieron esas enseñanzas y las multiplicaron.
La cumbre de su revolución fue la creación de la Orquesta Contemporánea. Con ella, Delgado Aparicio consolidó su aprendizaje y lo volcó al escenario nacional. No se trataba solo de un conjunto musical; era, en esencia, un laboratorio creativo donde nacieron los futuros grandes nombres de la música peruana e internacional.
Por esa orquesta pasaron talentos como los hermanos Óscar y Ramón Stagnaro, los guitarristas Lucho Gonzales y Víctor “Coco” Salazar, el pianista Miguel “Chino” Figueroa y el baterista José Luis “Arrocito” Cruz. También desfilaron nombres legendarios como Jean Pierre Magnet, Nilo Espinoza, Francisco “Pancho” Sáenz y las cantantes Melisa Griffiths, Elsa María Elejalde y Rosana Valdivieso.
En los vientos, la nómina era igualmente impresionante: Baltazar, Bereche, Quinto y Alzamora en la trompeta; Luis Calisto en el trombón y Edward Brown en el corno; Joselito, Neciosup, Benites y Bienvenido Vilchez en los saxos. La percusión estuvo siempre a cargo de dos maestros: Urbano “Kojak” y Coco Lagos.
Mención especial merece mi amigo Hermes Landa, un personaje que a partir de la experiencia con Jaime construyó un imperio que revolucionó posteriormente el espectáculo nacional, convirtiéndose en el líder absoluto en luces y sonido hasta el día de hoy.
Jaime no solo formó músicos: formó personas. La Orquesta Contemporánea fue, además de un semillero musical, una escuela de vida. Los integrantes aprendieron a respetar los ensayos, a cumplir horarios y a exigirse técnica y profesionalmente. Jaime impuso disciplina, pero con la calidez de un líder que transmitía respeto y pasión.
Yo tuve el privilegio de estar cerca de todo ese proceso. Lo viví. Lo absorbí. Y puedo afirmar, sin temor a exagerar, que la experiencia con Jaime fue una puerta que se abrió para todos los que participamos.
La última vez que Jaime apareció en público fue en marzo de 1982, pocos días antes de que falleciera trágicamente. Sin embargo, su legado sigue vivo, como evidencia este enlace con registros de esa época:
Jaime trabajó de cerca con grandes de la música como Mario Cavagnaro, Manolo Avalos y el maestro argentino Enrique Lynch. Juntos, marcaron época en Sono Radio, la disquera más importante del país por varias décadas.
Hoy, casi medio siglo después, quienes estuvimos ahí sabemos que Jaime Delgado Aparicio no solo cambió la música del Perú: cambió nuestra vida para mejor.

Por Ricardo Ghibellini

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, X, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.