Irán, el otro actor relevante del Medio Oriente
Luego de concluida, felizmente, la “Guerra de los Doce Días” como se ha llamado a los enfrentamientos bélicos entre el Estado de Israel y la República Islámica de Irán, convendría conocer un poco más acerca de este último, identificado como uno de los Estados islámicos –no son árabes sino persas– más poderosos del Medio Oriente. De hecho, a la caída de Sadam Hussein (2003), dictador de Irak, país vecino de Irán, el régimen teocrático de Teherán vio el mejor contexto para empoderarse en esa región, habiendo llegado al 2025 con una importante cualidad disuasiva que incluso terminó propiciando la participación bélica de Estados Unidos de América. Irán, desde hace 46 años, está dominado por el régimen de los ayatolas, que tuvo su punto de partida en la denominada Revolución Islámica del 1 de febrero de 1979, y que, por un referéndum, dos meses después, se convirtió políticamente en la referida república islámica. Atrás y no creo que, para el recuerdo, había quedado una monarquía –la Dinastía Pahlavi–, presidida por el sah Mohammad Reza Pahlaví, adicto a occidente, que fue derrocado, debiendo huir hacia Egipto y luego hacia América. El últimos de sus hijos, con nombre también como él, Reza Pahlaví, últimamente ha llamado la atención, por su posición de resistencia al régimen teocrático de Irán. En este marco volvió triunfante al país el ayatolá Ruhollah Homeini, el clérigo que terminó de posicionarse políticamente y hasta su muerte en 1989, luego de liderar desde el exilio y con éxito, la referida revolución de carácter religiosa que lo consolidó en el poder. Desde entonces Irán es la nación chiita más poderosa de Medio Oriente, con 89,17 millones de habitantes. En este país persa, de origen histórico ario, entonces, la primera autoridad no es –como en la mayoría de los países del mundo–, el presidente que lo tiene –Masoud Pezeshkian, desde el 28 de julio de 2024, y que recientemente lo vimos anunciando la finalización de la guerra con Israel–, sino la omnipresente y totalizadora persona del ayatola Alí Hoseiní Jamenei, el denominado Líder Supremo de Irán, que en la práctica es la máxima autoridad religiosa, política, económica, judicial, etc., en el país y por su altísima membresía, es considerado una verdadera fuente de emulación del chiismo, una de las dos ramas del Islam –la otra es el sunismo–, religión monoteísta que fuera fundada por Mahoma en el 622 d.C. Los enemigos de siempre de Irán han sido, Estados Unidos e Israel, donde extinción de este último como Estado, es una máxima establecida en la propia Constitución iraní. Pero los persas también tienen enemigos dentro del mundo islámico, como es el caso de Arabia Saudita, poderoso país petrolero sunita. Finalmente, guste o no, Irán, también petrolero, es un actor clave en el actual ajedrez del poder en el Medio Oriente, teniendo un protagonismo directo, como ahora, o indirecto, en los diversos conflictos que se han desatado en esa región, siendo señalado a cada momento por Israel de brindar su apoyo a Hezbolá (Libano) y Hamás (Palestina), milicias extremistas con la que lidia el gobierno del primer ministro, Benjamín Netanyahu.
(*) Excanciller del Perú e Internacionalista
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