Inversión: el «antidepre» para Perú
Una gran noticia que pasó desapercibida, o parcialmente silenciada, ha sido la calificación al Perú como alternativa atractiva de inversión en América Latina que recibió este miércoles en Washington por parte de tres entidades con alta legitimidad en el mundo: la International Finance Corporation -IFC-, el banco de inversión Morgan Stanley y la clasificadora de riesgos S&P Global Ratings.
Algo trascendente que fue desperdiciado por olvidar que en la comunicación lo bien hecho sin comunicar es como si jamás hubiera sucedido. Entonces, con casi cero impacto, los timoratos encargados de prensa solo dejaron que esto sea publicado en pequeñas notas periodísticas del tamaño de una barra de chocolate.
Tenemos una gran necesidad de difundir pronto que somos una plaza atractiva para las inversiones privadas, porque nosotros mismos no somos capaces de creerlo. Si partimos de afuera, ¿qué piensan en realidad del país? Muchos siguen diciendo que el Perú está enfermo y ha quedado sembrado en algunos sectores el estigma de una insuperable crisis política que ya se acabó con la caída del golpista.
Además, hay una agenda mediática-judicial copada por la corrupción de sus exsocios y los problemas de seguridad e inestabilidad para la ciudadanía. Ahora, seguimos a la espera de la llegada de Toledo de EE.UU. y quizá sea el único tema a tratar en los siguientes días. Estamos dejando que nuestra imagen sea definida por la agenda de los hechos negativos sobre Perú y eso genera angustia social, una especie de depresión avanzada sin tratamiento.
Un síntoma claro se da en el plano local bajo la percepción “Perú ya se convirtió en la colonia china”, por la reciente adquisición de Enel Distribución por parte de la estatal China Southern Power Grid. El innegable ajedrez geopolítico de China ha puesto sus ojos en nosotros, pero llegar al extremo de indicar que se apoderaron de la electricidad peruana y controlaran las tarifas, son alucinaciones depresivas que dan tristeza. El mejor antidepresivo que podría tener el Perú es la inversión privada. Obvio, si no queremos tanta inversión china, trabajemos para que vengan otras opciones distintas y hagámoslo saber.
Toda información que ponga al Perú en el plano del éxito y crecimiento debe ser cubierta en titulares de prensa, espacios televisivos y programas de emisión radial y digital. La loable labor de Promperú en el roadshow “Perú Outlook & Investment Opportunities Conference 2023” en Washington debe ser replicada en otras ciudades para captar inversionistas extranjeros. Sin embargo, nada tiene sentido sin una difusión correcta con el contenido conveniente, porque se trata de hacer el esfuerzo para que vengan muchos más.
Todo cuenta, un buen gesto, ser amables o discretos y si encuentras ejemplos positivos, pues deberás aplaudir, celebrar e imitar. Le sucedió al ministro de Energía y Minas, Óscar Vera. Tuvo buen tacto y recibió los halagos del empresario minero Roque Benavides, que dijo: "Fuimos recibidos por el Minem como hacía tiempo no lo éramos", refiriéndose a la transparencia que trasmitió su ministerio para recibir durante una reunión las preocupaciones de las empresas mineras.
A pesar de que este año se estima que la inversión minera sufrirá una disminución, el futuro se vuelve prometedor con solo saber escuchar y retroalimentar para mantener las inversiones actuales. Esto se denomina promoción de inversiones. Consiste en la gestión estratégica del sector público y privado para trabajar de la mano, en alianza, y así articular estrategias de crecimiento. Junto a una difusión amplia de los eventos de promoción en que se muestren las ventajas de invertir en el Perú, las carteras de proyectos y sus beneficios sociales… Solo así se puede superar la depresión que sufre el peruano, porque la inversión genera trabajo, así como mejor calidad de vida con educación y salud.
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