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Intercambio de parejas

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Fecha Publicación: 04/06/2025 - 22:10
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La sexualidad es un concepto amplio; no solamente define el género, sino también la forma en que se relacionan las parejas: solo sexo, pasión, o amor con sexo. En las relaciones donde predomina únicamente el sexo y la pasión, solo prevalece lo instintivo. Tienen un comienzo y un final: son relaciones intrascendentes, que quizás con el tiempo se conviertan en relaciones estables que incluyan pasión, sexo, amor y ternura. Incluso pueden evolucionar hacia la convivencia o el matrimonio, dependiendo de los sentimientos de la pareja, la autoestima y el valor que se le otorga al otro como ser humano. Si es recíproco, pueden construir un hogar con hijos.
En cambio, las relaciones basadas en el amor, la ternura, la pasión y el sexo son constructivas. Escoges a la pareja y ella hace lo mismo contigo. Están en juego muchos aspectos de la personalidad: el afecto, la comprensión, el entendimiento, la afinidad, el nivel sociocultural, los proyectos de vida en distintas áreas. Se siente en el corazón que es la pareja ideal, y con el transcurso del tiempo se hace más fuerte y sólida la relación. Por supuesto, existen altibajos, pero la comunicación, el amor y la tolerancia permiten superar las incompatibilidades y canalizarlas adecuadamente, en aras de una convivencia sana.
Dentro de algunas parejas existe la variable de compartir relaciones con otras parejas con el fin de encontrar nuevas sensaciones, salir de la rutina o buscar experiencias distintas. Es un arma de doble filo: puede suceder que una de las personas se enamore de alguien más, lo que puede terminar la relación original. Una de las preguntas fundamentales es: ¿por qué sucede esta forma de relación? La respuesta es simple: esas parejas no se aman ni se quieren, y menos se respetan. No prevalece el vínculo de pareja, sino el deseo de sentir nuevas sensaciones. Por lo general, son personas insatisfechas consigo mismas, frustradas, que viven el momento sin medir consecuencias. Si por casualidad alguna queda embarazada, no sabe quién es el progenitor, y las circunstancias que ese nuevo ser deberá vivir —sin haber sido deseado— podrían marcarle un destino de marginación.
No comparto las relaciones de pareja con la variable de intercambio. Considero que las relaciones deben ser monogámicas, ni siquiera por curiosidad, porque la vida en pareja debe ser única, no compartida. Se pierde la esencia de todo. Es muy triste compartir a tu pareja con otras personas buscando nuevas sensaciones, que bien se pueden encontrar dentro de la misma relación, partiendo de la consensualidad. Y eso no es malo, al contrario, fortalece el vínculo.
Hay mucho prejuicio respecto al sexo en pareja. Se limita solo a la penetración, mientras que con mujeres de la calle se permite todo. Gran error. A la pareja se le debe comunicar lo que gustaría innovar, y la pregunta es válida para ambos. Lo importante es el sentir, el apasionamiento, que no necesita palabras, sino acciones. Después del acto sexual, es importante compartir: hablar, acariciarse, besarse. Ese comportamiento une más a la pareja.
No existen hombres ni mujeres frígidos, sino mal motivados, salvo que haya traumas emocionales o sexuales. Con amor y apoyo, se pueden superar. Y si no, acudir a un especialista en salud mental. Lo importante es no rechazar a la pareja, sino apoyarla y crear un ambiente de confianza.

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