Inteligencia Artificial: Redefiniendo la economía mundial y el comercio exterior

Cuando trato un tema lo primero que hago es tener claro el concepto. En este caso pediré la definición de Inteligencia Artificial (IA) a la misma IA, en este caso al Chat GPT: La IA es una rama de la informática que, en base a algoritmos, busca crear sistemas capaces de realizar tareas que normalmente requieren inteligencia humana, algunas son la resolución de problemas, el conocimiento de patrones, aprendizaje, comprensión del lenguaje, y otros.

El ejercicio que realicé –uso de la IA– se convierte cada día en moneda corriente en todos los ámbitos del quehacer humano. El reconocimiento facial en cámaras y dispositivos móviles, vehículos autónomos y los ya conocidos chatbots son algunas de sus aplicaciones que suceden tan de prisa que muchas veces no somos capaces de detenernos a reflexionar sobre las implicancias en nuestras vidas más allá de facilitarnos las cosas.

Lo cierto es que la IA está transformando la educación, salud y tecnología, llevando al mundo a una nueva etapa. En salud y medicina brinda diagnósticos; sistemas como IBM Watson Health analizan datos médicos y permiten detectar casos de cáncer. Asimismo, se realizan cirugías asistidas por robots (uno de los más conocidos es el Da Vinci).
En educación, contribuye al aprendizaje personalizado, por ejemplo, Duolingo (plataforma para aprender idiomas), adapta el contenido según el progreso de los usuarios y hay asistentes virtuales que responden preguntas o proporcionan explicaciones adicionales a los estudiantes.

En el sector finanzas detecta fraudes, los algoritmos analizan transacciones sospechosas en tiempo real y brindan asesoría; el Robo-advisors (Betterment o Wealthfront) asesora a los usuarios a fin de que puedan invertir de manera automatizada.

Y como no podía ser de otra manera, la IA es usada y con gran impacto, en el comercio internacional. En la gestión de cadenas de suministro asiste en la predicción de la demanda; analiza datos históricos, tendencias de mercado y factores externos (clima y eventos globales) para prever la demanda de productos, permitiendo la optimización de inventarios y minimizando costos.

También analiza las tendencias globales, precios y comportamientos de consumo en los mercados internacionales, identificando oportunidades comerciales; y, rutas de transporte más eficientes pues calcula las más rápidas y económicas, reduciendo costos de envío y la emisión de carbono.

Otro uso importante de la IA es en la automatización de procesos aduaneros, reconociendo documentos (facturas, declaraciones aduaneras y certificados de origen), haciendo que todo fluya con mayor velocidad. En las ventas, es usada en los sistemas de recomendación, los chatbots atienden al cliente, apuntando a mejorar su experiencia, respondiendo preguntas y resolviendo problemas.

Su aplicación en la agroindustria es destacable. Se usan drones que monitorean y supervisan cultivos y detectan problemas como plagas o la falta de agua. Existen robots agrícolas que automatizan la siembra y cosecha, predicen el comportamiento climático y ayudan a una mejor planificación del riego y siembra.

En el Perú, diversas instituciones públicas y empresas privadas ya vienen utilizando la IA. Por ejemplo, en el Puerto de Chancay se incorporaron sistemas que optimizan las operaciones, con camiones autónomos, sistemas de control remoto y reconocimiento facial que garantizan la seguridad entre otros procedimientos.

Como vemos, las posibilidades del uso de la IA se tornan infinitas; sin embargo y como señala Yuval Noah Harari en su último libro ‘NEXUS’, tenemos un gran desafío como seres humanos que es el de considerar siempre las implicancias éticas de su uso, debemos asegurarnos de que sea responsable y beneficie a la humanidad.

Por Julio Pérez Alván

* Presidente de la Asociación de Exportadores (ADEX)

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